04 de Enero: Ana

1 Samuel 1:11 “E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. “

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, la fe es necesaria en todos los momentos de nuestras vidas, Dios siempre está trabajando en favor a nuestro bienestar, por eso debemos atender a su llamado desde temprano, que el análisis y estudio bíblico sea una de las primeras actividades. Compartamos este material para colocar nuestro grano de arena en la extensión de la obra de Dios. Muchos requieren conocer de la palabra de esperanza.

 

 

El nombre de Ana está según el hebreo, se relaciona a una persona benéfica, compasiva y benéfica. En la escritura bíblica Ana, es una mujer extraordinaria, que nos trae hermosas lecciones para nuestras vidas, su nombre fue menos conocido que la de su hijo Samuel, porque Samuel fue un hombre de gran influencia en el pueblo de Israel, todavía todo comenzó con Ana, la madre de Samuel, aunque todo era perfecto en la vida de Ana, es cierto el hecho de no tener hijos, y así poder dar continuidad a generaciones futuras de su marido, por eso Ana hace la oración que esta descrita en el versículo que estudiamos hoy. Esa fue una oración tremenda en aquella situación que vivía, ella esta diciendo a Dios: ¨ Dios de Israel, estás viendo mi situación de angustia y sufrimiento, si me dieras un hijo hombre y varón, yo voy a dedicarte a ese hijo por toda la vida¨. Cierto día cuando estaba muy angustiada Ana, oraba en el santuario, hacia esa linda oración, el sacerdote Eli al percibir que ella se tardaba en la oración pensó que ella estaba embriagada, y le dijo así: ¨ ¿esta embriagada? ¨, ella contestó: ¨ No, pero mi alma esta angustiada y yo estoy aquí pidiéndole un hijo a Dios ¨, cuando Eli escucho esas palabras, en seguida dijo ¨Ve en paz, y que el Dios de Israel te conceda la petición que le hiciste¨, entonces Ana fue a su casa feliz porque el representante de Dios había dicho que el Señor operaria en su vida, y poco tiempo después ella quedo embarazada, y dio a luz al niño Samuel, y en el segundo libro de Samuel se expresa que Dios bendijo a Ana y le dio más hijos, entonces, ¿Cuáles son los pedidos que le hemos hecho a Dios en nuestras oraciones?, ¿Hemos recibido las respuestas esperadas?, ocurra lo que ocurra mantengamos firmes la fe en Dios, digamos siempre, ¨ Hágase Señor en nuestras vidas, todo conforme a tu voluntad santa ¨,  porque Dios sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros, lo que confirma la verdadera fe no es recibir respuestas inmediatas a nuestras oraciones, eso es maravilloso y ocurre siempre como ocurrió con Ana, pero la verdadera fe se confirma cuando incluso no teniendo respuestas igual seguimos glorificando y confiando en el Señor, Dios nos bendecirá con certeza.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, esa fe que le diste a Ana en el pasado, confiérenos esa fe para poder permanecer firmes en la realización de tu voluntad y mejorar como personas para ser siervos de alto valor, agradables a ti. Contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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