03 de Enero: Seamos humildes

Lucas 18:13 ¨ Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.¨

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Señor todopoderoso, agradecemos por permitirnos otra vez compartir tu palabra bendita, indicando aplicaciones a la realidad actual, sobre cada versículo que compone la sagrada biblia, extiende tu gracia y bendición sobre el texto en desarrollo para que cumpla con los fines evangelizadores previstos.

Amados, la paz del Señor este con todos, continuemos en obediencia a las disposiciones biblicas, y pese a las adversidades jamas perdamos la fe de que tiempo mejor llegara, que debemos continuar en las andanzas del camino del bien, que la lluvia de bendiciones llegara a nuestras vidas. En el versiculo de hoy, nos refleja la ultima frase de una historia contada por Jesus sobre un fariseo y un publicano, en la cual el buscaba conversar con personas que confiaban en si mismas, quienes se consideraban justos y mejores que otras personas, entonces Jesus conto que un publicano y un fariseo fueron al templo para orar, el fariseo de un lado oraba a Dios hablando de las virtudes personales que tenia este individuo, expresaba que era honesto, justo, que daba su diezmo, hacia ofrendas, no como el publicano que estaba por allí. Pero cuando llego la vez del publicano orar, el no tenia coraje para levantar sus ojos para el cielo, tenia mucha vergueza, sin embargo, pidio que Dios fuere propicio a el, que era pecador, pudiendo asi reconocer que era pecador. Muchas personas tienen problemas al considerarse mejores que otras personas, hay gente sin escrupulos que pisan en las demas personas para escalar posiciones en la sociedad, la empresa, entre otros lugares donde se desenvuelven. Ahora bien, la leccion biblica de esta historia es que debemos reconocer nuestra necesidad de Dios, el hecho de ser pecadores, reconocerlo y pedir que Dios tenga misericordia de nosotros es una posicion de humildad que ante Dios hace la diferencia en nuestras vidas religiosas, las personas que poseen mucho orgullo, que se creen mejores que otras, en algun momento sufriran una decepcion grande al descubrir su mal proceder, en este sentido lo que necesitamos comprender es que todos somos pecadores, carentes de la gracia de Dios, y que el debe ser propicio a nosotros cuando nos humillamos ante su presencia, pues segun la enseñanza que los fue dada en ocasiones anteriores, aquel que se humille sera exaltado.

OREMOS:

Padre de bondad, gracias por todas las bendiciones que nos otorgas y las que continuaras otorgandonos, gracias por tu palabra de hoy que nos enseña que somos carentes de ti, que requerimos buscarte y reconocer nuestra naturaleza pecaminosa con humildad para ser exaltados en su debido tiempo, contribuye con nosotros para ser mejores siervos. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

Amen.

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