02 de Septiembre: Lucha contra Gigantes

Salmos 60:12 ¨ En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos. ¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Un par de datos interesantes para mejorar nuestra salud es primero aumentar el consumo de agua, porque ello nos trae muchos beneficios e incluso mejora nuestro estado de animo, y segundo, aprendamos a respirar, inspirando profundamente y exhalando completamente, para ensanchar nuestros pulmones y obtener un estado de relajación que nos conducirá a tener un descanso pleno.

 

Estos consejos son por demás importantes cuando tenemos que enfrentar una situación conflictiva, debido a que todos estamos expuestos a enfrentar problemas en nuestras vidas, en este orden de ideas existe un pensamiento que transmite una gran verdad, expresa: ¨Quien te ve, no sabe tu historia¨, cada uno carga su propia historia, con sus luchas, aflicciones, victorias y fracasos, y muchas veces intentamos resolver los problemas de la vida con nuestras propias fuerzas, intentamos muchas veces vencer la batalla aun cuando luchemos contra gigantes, el texto de hoy nos indica que solo en Dios podemos hacer proezas, solo en el seremos capaces de realizar grandes hechos, no es por nuestra competencia, ni por nuestra capacidad que podemos alcanzar méritos, pero si por la fuerza y poder que vienen del Señor, el texto indica que el destruye a nuestros adversarios, la biblia muestra diversas historias que relatan que la fuerza no es del hombre o mujer, la fuerza real proviene de Dios, la historia del David y Goliat indican el ejemplo de esta fuerza que proviene de Dios, por ejemplo David no vio el tamaño del gigante sino que confio en Dios quien lo acompaño. David sabia que con Dios de su lado, el gigante no tendría ningún chance. De modo que la confianza que David mostraba a Dios, fue lo que le garantizo la victoria. Podemos estar enfrentando ahora mismo cualquier tipo de gigante, tratese este de un revés financiero, una enfermedad, un matrimonio al borde de la destrucción, o cualquier otra cosa, pero tengamos fe y dejemos todo en manos de Dios el va a resolver de manera maravillosa. Tengamos en cuenta que todo coopera para quien ama al Señor.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, gracias por la manera en la cual te manifiestas en nuestras vidas, contribuye siempre con nosotros para que podamos cumplir tu voluntad y ser excelentes siervos. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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