Mateo 5:17-18 ¨No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.¨ – ¨Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.¨
Señor todopoderoso, agradecemos por permitirnos otra vez compartir tu palabra bendita, indicando aplicaciones a la realidad actual, sobre cada versículo que compone la sagrada biblia, extiende tu gracia y bendición sobre el texto en desarrollo para que cumpla con los fines evangelizadores previstos.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. Un nuevo Año, proyectos y metas nuevas, el mejor regalo es iniciar este trayecto de la mano de nuestro Salvador para alcanzar al Padre Celestial. Iniciaremos desde ya, un estudio más o menos extenso sobre la Ley de Dios, el cual vamos a dividir en varias entradas. El pasaje bíblico mencionado es interesante más que todo cuando nos encontramos con personas que sostienen que la ley de Dios no existe más y que está abolida, por eso no la necesitamos cumplir, pero Jesús nos revela que la ley es verdadera y tiene vigencia, así que vamos a esclarecer esto para conocer la ley que debemos seguir. Existen por lo menos cuatro tipos de leyes, ellas son fáciles para comprender, entre ellas hay dos leyes específicas para el pueblo de Israel, ellas son la ley civil y la ley ceremonial, estas dos leyes están direccionadas al pueblo de Israel, las otras dos leyes tienen un alcance universal y deben tocar nuestras vidas, la primera de ellas es la ley de la salud, y la ley moral, la primera indica que lo que fue dañino para nuestro cuerpo y nuestra integridad antes, también lo es ahora, mientras la segunda tiene preceptos que deben regir nuestras vidas como los mandamientos, con los cuales podemos ser personas mas felices, la ley de Dios sigue vigente y debe ser motivo para nuestras vidas, por este motivo debemos conocerla y aplicarla para mejorar.
OREMOS:
Padre Amado, ayúdanos hoy a mantener presente los mandatos que nos indicas en tu palabra, permitenos continuamente mejorar como personas, ser siervos agradables a ti y hacer tu voluntad. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen