Eclesiastés 12:13-14 “El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre. “ – “Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gloria a Dios porque su misericordia dura para siempre, y reconocemos su presencia en nuestras vidas estudiando y analizando su palabra, porque así vamos a transitar de mejor manera el camino a la salvación, cumpliendo el mandato de Dios y rescatando a esas almas perdidas para colocarlas en los correctos caminos de Jesús, por eso requerimos continuar compartiendo este material por las redes sociales y en nuestros actos cotidianos.
En esta ocasión estudiaremos sobre la vida del Rey Salomón, cuyo nombre significa pacificador, Salomón fue el tercer rey de Israel, sucediendo a su padre David, fue el constructor del suntuoso templo de Jerusalén. Su fama se extendió por todo el país y dice la biblia que venían visitantes de todos los lugares para conocer este templo, y eso aconteció porque una noche cuando Salomón tenía veinte años. Dios le apareció en la noche y Dios le dijo: ¨Pide lo que quieras Salomón, que yo te lo daré¨. Ese era un momento maravilloso, ¿Qué pediríamos si Dios nos concediera esa oportunidad?. Es difícil escoger en un momento, pero Salomón respondió diciendo: ¨Concede a tu siervo un corazón entendido, para juzgar a tu pueblo y discernir entre en bien y el mal¨, Salomón pidió sabiduría, y no había en la tierra un hombre más sabio que Salomón, eso llevo a Israel y al propio rey a ser prósperos y bendecidos, pero hubo un problema, las bendiciones hicieron olvidar a Salomón a aquel que lo bendijo, eso creo un vacío en el corazón del rey, entonces el rey intento llenar ese vacío de varias maneras, por medio del poder, del prestigio, de los bienes materiales, pero solo para terminar diciendo: ¨Vanidades de las vanidades, todo es vanidad¨, por fin Salomón llega al final de sus días dejándonos un mensaje, el cual se indica en los versículos que encabezan este material, los cuales nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia vida, para que las bendiciones de Dios para nosotros no nos hagan olvidar a quien nos bendice, para que cumplamos fielmente los mandatos de Dios incluso estando en victoria, porque solo Dios puede llenar el vacío porque solo en el es que encontramos nuestro origen, nuestra identidad, de nuestro significado, nuestro propósito de existir y también nuestro destino, vamos a creer en eso, todo lo demás es vanidad, oremos y seamos bendecidos.
OREMOS:
Padre querido, agradecemos tus orientaciones que nos ayudan a obtener la victoria en todos los caminos porque todo ocurre para nuestro bienestar, para hacernos mejores siervos y que podamos merecer tus bendiciones. Colocamos nuestras vidas en tus manos. Contribuye con nosotros. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.