Cada vez es mas común ver dentro de la comunidad cristiana a ese tipo de personas que fingen ser algo que en realidad no son, ellos dicen y no hacen, presentando una serie de características derivadas de una falsa obediencia a la palabra bíblica, donde no aplican ni practican las enseñanzas que predican, manteniendo un estilo de vida que va en desacuerdo de las convicciones que dicen tener. Lamentablemente, lejos de agradar a Dios, esta conducta produce una mayor condenación porque a sabiendas de lo que es correcto, este sujeto sigue recayendo en el pecado de forma intencional, así su falta de arrepentimiento lo condena al infierno.
En nuestro objetivo de continuar rescatando almas, debemos pacientemente con amor mostrarle su pecado y consecuencias que el acarrea con aplicación de la disciplina eclesiástica ( puede ver aqui: https://reflexionescristianas.com.ve/09-de-julio-disciplina-eclesiastica/ ), pues la manera de actuar del hermano hipócrita, genera un mal testimonio que afecta a toda la comunidad, pero siempre recuerde quien denuncia con fines de edificar no comete pecado, sino aquel que lo hace con fines destructivos.
¿Qué puede aportar en este aspecto?