El espíritu y ambiente de maldad, está promoviéndose en la sociedad con actividades tremendamente nocivas como, los vicios, el ocultismo, la brujería y otras similares; que incitan a la maldad. Estas peligrosas manifestaciones, son las que debemos enfrentar con la fortaleza del cristiano, reconociendo desde ahora este tiempo, como un momento de oración para mantenernos firmes en la presencia de Dios, alimentando nuestra relación íntima con el Padre y ser salvos mediante esta conducta de recogimiento en la fe. Aún es tiempo para aceptar a Jesús como tu único salvador y tu nombre estará escrito en el libro de la vida por los siglos de los siglos. Amen.
Dios te Bendiga.