Muchos esperamos la respuesta oportuna por parte del Señor, oramos, pedimos pero dejamos de implementar acciones para que los cambios se produzcan, muchos sin comprender esto se encuentran en inactividad, manteniendo creencias autolimitantes, es en ese punto cuando nuestra Fé empieza a deteriorarse, porque vemos la dificultad del modo errado y no la asumimos como una prueba la cual nos exige actuación. Ciertamente el Señor crea condiciones necesarias, nos otorga responsabilidades, por ello es observador de las acciones que realizamos para conseguir el éxito en las áreas de nuestras vidas. Según El Libro Proverbios Versículos 6:6-11,
6 »Mira la hormiga, perezoso,
observa sus caminos y sé sabio:
7 Ella, sin tener capitán,
gobernador ni señor,
8 prepara en el verano su comida,
recoge en el tiempo de la siega su sustento.
9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás del sueño?
10 Un poco de sueño, dormitar otro poco,
y otro poco descansar mano sobre mano:
11 así te llegará la miseria como un vagabundo,
la pobreza como un hombre armado.
En este sentido, necesitamos realizar actividades que nos conduzcan a obtener bienestar para nuestro prójimo como para nosotros mismos, puesto a que ello nos convertirá en mejores personas, diligentes y es agradable a El Señor. Por eso, más que una exhortación, la diligencia es una obligación, que nos lleva a relacionarnos con personas productivas, cuidar todos los detalles para realizar las actividades correctamente de manera pacientemente, delegar actividades, alcanzar favor de El Señor, honor, prosperidad, enriquecimiento. Así que recuerda, haz lo necesario para mejorar conforme a la voluntad divina.