Salmos 13:2 ¨ ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? ¨
Padre Adorado, edifica nuestra fe, pues por la fe en tu hijo Jesús, llegaremos a ti. Extiende tu bendición sobre este material para que sirva de semilla que contribuya a transformarse en planta dadora de frutos, cautivando los corazones de las personas que hoy nos nutrimos de tu enseñanza.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. La lucha comienza por la prevención, sabemos de la existencia del pecado, de los ataques de enemigo, pero también conocemos de loa disposición a evitarlos y las herramientas que nos permiten salvarnos, vamos a utilizar estos recursos para mejorar, para compartir la salvación con nuestro prójimo. Hay situaciones donde requerimos tener una mejor comprensión, del momento. En este versículo vemos a David al límite de su dolor, él quería saber cuándo acabaría su angustia y desespero ante las situaciones que estaba viviendo, pero David debía conservar la calma, tener serenidad, ya que Dios estaba a su lado y en su corazón. Ese mismo Dios, está con nosotros a nuestro lado y en nuestros corazones, entonces tengamos calma. Partiendo de lo anterior, podemos y debemos estar tranquilos, serenos, calmados, porque todo va a salir bien. Dios sabe exactamente que es lo mejor para nosotros, incluso si requerimos soportar sufrimiento, porque esa sensación es constructiva, nos dota de cualidades para fortalecernos y superar situaciones, para crecer en todo sentido.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos a que nuestras vidas puedan estar conforme a tus deseos, aportanos sabiduría para saber mantenernos en calma durante situaciones adversas, autoriza a este ministerio para seguir compartiendo la palabra y generando buenos resultados para glorificarte. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen