Mateo 6:9-13 “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.”-“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”-“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.”-“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.”-“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. Estos versos son tenidos como la oración modelo, la oración que el maestro dejó prediseñada para toda ocasión, las personas la hacen el cualquier lugar. Esa es la oración base, lo curioso es que en el versículo Diez dice “venga tu reino y hágase tu voluntad” y notemos que aquí, estamos mirando al padre y pidiendo que haga su voluntad lo contradictorio es que pedimos a Dios que haga su voluntad pero realmente queremos hacer la nuestra, o pedir autorización para hacer algo y desconsiderar el mandato de Dios. La sociedad actual se maneja en torno a la creencia en nada, hasta en el medio religioso de cualquier denominación las personas obedecen poco en mandato de Dios sobreponiendo sus deseos personales, y estamos cometiendo error al querer dictar la voluntad a Dios, cuando él ya dejó su voluntad dictada en la escritura bíblica. Sepamos que cuando queremos dictar la voluntad de Dios, anulamos su palabra y queremos comportarnos como los jefes de Dios. Olvidando que Dios piensa distinto a nosotros, sus pensamientos son inmensos en comparación a los nuestros. Por esta razón no cabe bajo ningún aspecto que podamos dictar la voluntad a Dios.
OREMOS:
Padre amado, colocamos nuestras vidas en tus manos para que guíes nuestros pasos y nos conduzcas a momentos placenteros donde nos toques maravillosamente en nuestras vidas para de ese modo nosotros tocar las vidas de otras personas, beneficiándose con parte de nuestras bendiciones. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amén.
INTERACTUEMOS:
Amados, en esta oportunidad vamos a colocar nuestra semilla en la obra de Dios compartiendo este mensaje con todos nuestros contactos de las redes sociales.