1 Corintios 6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”-“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Cuando el Apostol Pablo escribio esos versos para los cristianos de la ciudad de Corinto, el contexto era que todo en la ciudad era una invitacion a la prostitución del cuerpo, hasta los rituales en el templo pagano implicaban en relaciones sexuales con las sacerdotizas, asi que surgió la necesidad de establecer dictamenes sobre la pureza del cuerpo, por lo menos actualmente aun la liberalidad sexual es un punto creador de enfermedades y daños al cuerpo, nosotros no somos dueños de nuestro cuerpo ya que fuimos comprados por un precio, nuestro valor es la sangre de Cristo y ello nos hace hijos de Dios, si tuvieremos la capacidad de comprender lo que ello quiere decir correriamos de vuelta a los brazos de Dios, glorificando su nombre por la gran salvación, creamos en lo siguiente, que si no vivimos para honrrar a Dios viviremos para deshonrrarlo, en el gran conflicto que existe hoy en el mundo entre el bien y el mal, no existe neutalidad mientras estamos alimentandonos de este mensaje, estamos sometiwndonos a la acción del Espiritu Santo, si estamos alimentandonos de la palabra en la mañana estaremos comenzando bien el dia, pero es necesario desarrollar una estrategia para estar constantemente en la presencia de Dios, bajo la influencia del Espiritu Santo, hoy debemos tomar la decision de transformar nuestro cuerpo en santuario para el Espiritu Santo, corresponder a todo el amor que Dios nos proveé. En este sentido, vamos a pensar en las cosas espirituales y dejar de lado las cosas carnales, hacer aquello que nos edifica y apartarnos de aquello que nos separa de Dios. En ese sentido, vamos a recordar que somos el cuerpo para la habitación del Espiritu Santo.
OREMOS:
Padre amado, queremos ser templos para la habitación de tu Espiritu Santo, queremos abrir nuestros corazones y suplicar tu presencia en nuestras vidas, bendicenos y contribuye siempre con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jusucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amén.
INTERACTUEMOS:
Amados, en esta oportunidad vamos a colocar nuestra semilla en la obra de Dios compartiendo este mensaje con todos nuestros contactos de las redes sociales.