Jeremías 13:23 “¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?”
Juntos estamos llevando el evangelio para un numero mayor de personas mediante simples clics en las redes sociales logramos encaminar almas hacia el más lindo sendero que es el de conocer el mensaje de Jesús para llegar a Dios. Por tanto, agradecemos al padre porque cada dia esparcimos el mensaje a mas lugares y personas alrededor del planeta, asi ese ministerio cumple su objetivo y nos trae bendición a todos los que colaboramos para que este hecho sea posible. Sigamos contribuyendo a la obra de Dios.
Amados, seamos bendecidos siempre y que con todos este la paz del Señor. El texto biblico que hoy estudiamos se encuentra en el libro de Jeremias, se relaciona a las marcas o consecuencias que dejan nuestros actos, la primera cosa que se destaca de este pasaje biblico es nuestra total incapacidad de transformarnos a nosotros mismos, dos ejemplos son mencionados uno en la esfera humana y otro en la esfera animal, el hecho es que nuestros esfuerzos por si solos son en vano, todo lo que vamos a conseguir es una sensacion de derrota despues de varios intentos, solamente cuando reconozcamos esa incapacidad es que estaremos en condiciones de ser ayudados por aquel que todo lo puede y si alguien no cree en esto, debe dar una revisada a las historias de Maria Magdalena, Mateo y otros que tuvieron la prueba de un verdadero encuentro con Jesus, Dios transformo a Saulo el perseguidor en Pablo el mayor apostol de todos los tiempos y asi transformo a muchos más, lo interesante es que aquellos que no podemos hacer por nosotros mismos como lo es liberarnos del pecado y tener una mejor calidad de vida, Dios puede hacerlo en nosotros por medio de su Espiritu, asi que si permitimos que el Espiritu Santo complete la obra en nosotros seremos bendecidos, y experimentaremos grandes cambios en nuestras vidas. Estemos dispuestos a que Dios haga el milagro de la transformación en nuestras vidas.
OREMOS:
Padre querido, nosotros no podemos cambiar por nuestra propia voluntad de manera plena como tu palabra nos enseña, pedimos tu ayuda para que mediante tu Espiritu Santo puedas realizar cambios que nos lleven a tener una mejor calidad de vida.Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen