Lucas 8:45-46 “Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?”- “Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí”
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados que la paz del Señor sea con todos y seamos bendecidos siempre. Mantengamos una mentalidad positiva, debido a que los pensamientos negativos nos destruyen y alteran nuestro proceso dentro del camino de la salvación, entonces si tenemos una mentalidad positiva obtendremos la bendición en abundancia. Estos versiculos de hoy nos hablan de la mujer que dentro de una multitud toco a Jesus, debido a que estaba buscando cura para una enfermedad que la estaba afectando desde hace mucho tiempo, esta mujer consumia sus recursos en medicos y remedios, para al final ser declarada como poseedora de un mal o enfermedad incurable, reviviendo su esperanza al oir hablar de las curas operadas por el Maestro de Galilea, allí estaba su oportunidad, se encontraba en presencia del gran medico, entonces temiendo perder su unico chance de cura en medio de la confusion por la multitud no hablo nada, pero penso dentro de si, en acercarse y tocar al menos sus vestidos para ser curada, y cuando Jesus iba pasando ella se acerco y toco levemente sus vestidos, en ese mismo momento la hemorragia que la atormentaba desde hace años se estanco y aquel unico toque de fe, en un segundo convirtio la debilidad en vigor, entonces la fe que esta mujer tenia en Jesus fue lo que la salvo, ya que Jesus le dijo eso. Esta historia nos indica que nuestra fe puede salvarnos, si por la fe extendemos la mano como aquella mujer, Dios nos dara los milagros que requerimos.
OREMOS:
Padre querido, gracias por todas las bendiciones que nos otorgas, ayudanos a perseverar y acrecentar nuestra fe, que nuestra obediencia a tus mandatos y la confianza en tus promesas, nos cure de todos los males y nos otorgue una vida saludable en todo sentido, liberandonos de las ataduras del enemigo y manteniendonos cerca de ti. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen