Sofonías 3:5 ¨Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la verguenza.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, es importante entender que Dios quiere que amemos al prójimo como a nosotros mismos, de lo cual se desprende que para poder amar al prójimo primero debemos amarnos a nosotros, que cuando ayudemos a otro así lo hagamos de corazón, esta ayuda no puede causarnos perturbación, ni deterioro en nuestras condiciones, porque primeramente debemos estar bien para poder ser aptos para brindar auxilio al otro, ya que si actuamos de otra forma, ayudamos al otro por lo menos sufragando sus gastos de alimentación o lo que se para nosotros alimentarnos mal, estaríamos deshonrado a un Dios que quiere lo mejor para nosotros, que ciertamente podemos ayudar a otros cuando seamos aptos para hacerlo de modo que no nos deñe en ningún sentido. Según este versículo, Dios es justo y nunca falla, el no tolera los abusos, así que siempre esta valorando cada paso en los procesos que emprendemos para alcanzar un resultado, hay veces que aparentemente creemos que estamos contribuyen cuando en realidad nos estamos dañando, atentando contra nosotros mismo y en consecuencia incumpliendo con un padre que desea vernos bien, tranquilos, amorosos, exitosos y fieles a sus mandatos. Un día tras otro, el tiempo lo cura todo, pues el nos permite obtener nuevas maneras de ver las cosas con mayor madurez, de manera que si hoy estamos siendo alterados por algo, evitemos angustiarnos, el tiempo nos hará comprender mejor las cosas, la justicia de Dios llegarà y cada quien será responsable de sus actos.
OREMOS:
Bondadoso padre, colocamos nuestra vida en tus manos, llévanos por el camino del bien, que de ahora en adelante podamos ayudar a otros entendiendo que no todos pagan con la moneda del bien, pero nosotros seguiremos haciendo el bien, actuando con precaución para ser mejores siervos. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen