Jonas 4:10-11 ¨ Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.¨ – ¨¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?¨
Padre amado, tus orientaciones nos llevan hacia un nivel superior en materia espiritual, lo cual nos permite sentir paz aun en momentos de dificultad, pues permanecer firmes en la fe, nos garantizas tu protección y cuidado oportuno. En correspondencia a tal tutela, se presenta este material esperando que sea útil a los fines evangelizadores que se pretenden según tu voluntad.
Amados, tenemos que comprender que la voluntad que se hace es siempre la de Dios, por tanto confiar en su justicia es el camino adecuado para mantenernos serenos. En los verrsiculos de hoy, Dios hablando con Jonàs, le hace una exhortación a tener misericordia por el prójimo, ciertamente hoy en dia existen diversas causas que reúnen a las personas para cumplir un fin común, ejemplo salvar a los animales, cuidar el ambiente, reinsertar en la sociedad a personas, pero también es importante no dejar caer al fondo del abismo a las personas necesitadas debido a que ello va destruyendo la sociedad, mas bien tenemos todos que colocar un granito de arena con el fin de contribuir y orientar a esas almas o personas perdidas para que ubiquen un objetivo de vida, para que mejoren constantemente en una vida regida por los mandatos bíblicos, porque el ejemplo que dejo Jesucristo transforma personas y les permite sacar a relucir sus mejores cualidades, llenando sus procederes de amor, serenidad, tranquilidad. Por tanto, necesitamos tener misericordia de las personas necesitadas, Dios tuvo misericordia de la ciudad de Ninive, una ciudad pagana y perversa, donde las personas no sabían nada de que Dios extendió su misericordia para ellos y también puede extenderla para nosotros.
OREMOS:
Dios Querido, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos siempre, que tu gracia y misericordia este siempre de nuestro lado. Son nuestras peticiones, que llenos de fe hacemos en esta oportunidad en nombre de tu hijo Jesucristo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen