Nehemías 2:2 ¨ me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.¨
Señor tu quien concedes la gracia a quienes actuamos en la obra del bien, toma este texto como una ofrenda que contribuya a fortalecer el propósito evangelizador que es finalidad de llevar tu palabra. Coloca en este texto un pedazo de bendición y hazlo de utilidad para tu obra.
Amados, nuestro placer es saber que Dios está con nosotros, por eso debemos sonreír más, estar cerca de Jesús haciendo el bien para las personas, demostrando amor por el prójimo, activemos nuestro contacto íntimo con nuestro padre, trabajando la intimidad de la oración para siempre ser oídos por nuestro Dios. El versículo de hoy se refiere a la historia de Nehemías, un servidor ejemplar. Ahora bien, en aquella época un rey era considerado un semidiós, quien tenía poderes sobre la vida o la muerte de sus súbditos, él podía hacer lo que quisiese con sus súbditos y nadie lo podría cuestionar, por tal motivo se tenía un gran respeto por el rey, todo esto nos trae al conocimiento de que esta figura era de gran importancia y se fijó en Nehemías, porque este último tenía su estado de ánimo caído y era un buen siervo, que al parecer estaba pasando un mal momento. Todo esto nos lleva a percibir que cuando nosotros hacemos bien nuestro trabajo, de manera íntegra y honrada, las personas se dan cuenta de eso, consiguiendo así bendición, como ocurrió con el pueblo de Israel según la historia.
OREMOS:
Padre adorado, gracias por todas las bendiciones que nos concedes, permite que podamos tener excelencia en todas las cosas que llevamos a cabo para poder honrarte con nuestras acciones, siendo agradables a ti y esparciendo tu reino constantemente. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen