Marcos 8:34-37 ¨Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?¨
Amados, cada momento Dios nos dice que nos ama, la respuesta correcta es que correspondamos a ese amor, empecemos atendiendo a su palabra y cumplamos su voluntad, para ser mejores siervos, y, brindar un buen ejemplo al prójimo, el objetivo de esto es ganar almas, para llevarlas a los caminos de Jesucristo. Precisamos perseverar en esta actividad, para mejorar continuamente en su práctica, hoy compartamos este material por nuestras redes sociales, y, en todo lugar posible para poder llevar esperanza a nuestro prójimo, quien necesita de tal conocimiento.
El Señor en este maravilloso texto nos está hablando de sacrificio, seguramente hemos hecho algunos sacrificios a lo largo de la vida, porque ella es hecho de sacrificios, se ilusiona aquel que dice que puede vivir sin poder pasar momentos difíciles, cuando la vida esta hecha de ese material, de momentos difíciles, diariamente nosotros estamos sacrificándonos, una madre que se sacrifica por los hijos, un estudiante que sacrifica su tiempo para poder prepararse para diversas pruebas, un atleta que sacrifica tiempo y placer para alcanzar sus objetivos, en verdad sacrificarse en parte de la vida, en este texto estamos aprendiendo que hay sacrificio en seguir a Jesús, porque el Señor dice que si alguien quiere seguirle, debe tomar su Cruz, y, les invita a seguirlo, e, indica que quien quiera salvar su vida, debe perderla por él, y, por el evangelio, eso lo salvara. Y, allí Cristo pregunta ¿De, que sirve ganar el mundo y perder su alma para una persona?, fueron fuertes palabras las expresadas por el Señor Jesucristo. Además, lo siguiente lo establece Marcos 8:38, ¨Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.¨, Jesús dice las palabras expresadas en el texto bíblico indicado al inicio, lo que significa que debemos colocar a Jesús en el centro de nuestras vidas, así signifique abandonar nuestros deseos, por eso es que Jesús dice que nos neguemos a nosotros mismos, negarse a sí mismo no es dañarse, pero si dar prioridad a Jesús, y, a los otros antes que a nosotros mismos, eso puede ser complicado porque tenemos cosas que nos gustan, pero Jesús nos recuerda que su manera es la mejor, tomar la Cruz es estar dispuesto a enfrentar dificultades, por amor a Jesús, y, quizá la mayor de las dificultades sea la lucha contra nuestra voluntad, cuando esta se opone a la voluntad de Cristo, así como Jesús cargo la Cruz por nosotros, podemos enfrentar, desafíos por causa de él, eso nos recuerda que incluso cuando las cosas quedan difíciles, Jesús está con nosotros, de nada sirve ganar al mundo entero y no tener a Jesús, cuando elegimos seguir al Señor Jesucristo, estamos escogiendo algo eterno, algo que trae verdadera vida, seguir a Jesús es difícil, pero el promete estar con nosotros todo el tiempo, el nos ama y quiere lo mejor para nosotros, cuando colocamos a Jesús en primer lugar encontramos un propósito, más profundo y una alegría que el mundo, no puede ofrecernos seguir a Jesús es el sacrificio que trae vida, y esa vida es la mejor que podemos tener, seamos fieles al Señor, sigamos a Cristo y permanezcamos en el camino de él, incluso en medio de las dificultades, es difícil pero es posible, además de eso es maravilloso, quien sigue a Jesús sabe de dónde vino, a donde va, y donde está ahora, hay un destino glorioso para los que siguen al Señor.
OREMOS
Padre amado, estamos aquí, renovamos en esta hora la decisión de seguirte por todos los días de nuestras vidas, aunque pasemos por dificultades pero sabemos que tu camino es el mejor, y, que quieres lo mejor para nosotros, condúcenos a andar por él. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.