Proverbios 14:30 ¨El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.¨
Amados, todos tenemos momentos fuertes e inconvenientes, pero, alterarnos esta fuera de lugar, simplemente, debemos aproximarnos a los personajes indicados, para lograr, salir adelante, victoriosos, y, bendecidos. Continuemos buscando a Dios, aproximándonos a él, y, cumpliendo con su voluntad. Difundamos este material.
Anteriormente hablamos del liderazgo calmado que ejercía Moisés sobre el pueblo de Israel, en la travesía por el desierto, nos referimos al deseo que tiene Dios de que produjéramos tranquilamente, y, sistemáticamente, el versículo de hoy en su parte inicial, nos habla de la necesidad de un tranquilo estado de ánimo, para obtener una vida mejor, incrementar nuestra salud, y, en ese sentido, ser mejores siervos, pero también este verso, en su segunda parte, se refiere a que la envidia destruye a las personas. La envidia, es nociva, y, el origen de su nacimiento es el mal, no existe envidia positiva, la envidia es negativa, y, no debemos caer en ella jamás, cada persona es única e irrepetible, ya sus caminos están trazados, y, diseñados por Dios, si alguien tiene más que nosotros, o, algo mejor que lo que tenemos, simplemente alegrémonos por eso, felicitemos a esa persona, sepamos que ese éxito es una bendición de Dios, quizá esa persona se esforzó de alguna manera, respetémosla y listo, nosotros solo sigamos avanzando, motivados en realizar prácticas correctas, nuestra bendición también nos llegara, como resultado de la perseverancia, el que avanza y avanza, o, que persevera, y, persevera, no puede ser vencido, porque siempre está haciendo algo para mejorar. Alabemos a Dios siempre, con nuestros actos correctos, no permitamos que las influencias mundanas nos afecten, tengamos claro, el camino a seguir, para alcanzar las bendiciones, sigamos el camino a la salvación, cumplamos la voluntad de Dios.
OREMOS
Amado Padre, gracias por todo lo que nos das, lo aceptamos porque sabemos que es para mejorarnos, y, hacernos mejores siervos, fortalécenos para seguir andando en tus caminos, y, usar nuestras cualidades para amar al prójimo, y, primeramente amarte a ti. Apóyanos siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén