17 de Abril: Angustiados no

2 Corintios 4:8 ¨que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;¨

 

 

Amados, despertar pensando en Dios, es algo hermoso, vamos a celebrarlo, estudiando su palabra temprano, como una de las primeras actividades que realizamos al empezar el días, ello nos renueva de energía espiritual, y, nos recuerda de la importancia de mantener autocontrol, para seguir progresando en el camino a la salvación, y, haciendo notar la presencia de Dios en nuestras vidas. Difundamos este material, para llevar la bendición a nuestro prójimo.

 

 

 

Pablo nos muestra que como seres humanos estamos sujetos a enfrentar dificultades y adversidades, es natural que nos sintamos atribulados, perplejos, y, con malestar emocional, o, hasta confundidos, pero es importante saber que esas situaciones no deben de llevarnos a la angustia, ni al desespero, debemos tener conciencia que el desánimo toca la puerta de todos, pero hay que mantener la calma, y, responder con dulzura, como se ha explicado en días anteriores, porque la vida no solo es hecha de días buenos, en ocasiones tenemos días difíciles, malos, con los cuales somos probados, para conocer el material del que somos hechos, ningún conocimiento en ese sentido es válido, porque en cualquier momento vamos a ser probados de esa manera, porque esas situaciones deben ocurrir para que seamos llevados al maestro del universo, pues a veces en esa condición es que recordamos quienes somos, y, a quien debemos recurrir, a veces es necesario una crisis o un problema para que recordemos de que somos seres humanos con fallas y que requerimos de Dios, cuando miramos a la vida sabiendo que las presiones y los problemas serán inevitables, hay que preguntarse si debemos pasar eso solos, Pablo mismo, viviendo injusticias, no dejo a su espíritu abatir, y animo a mucha gente en sus cartas, incluso, hay nos anima a nosotros, esa visión vino de lo alto que motivo a Pablo para que desarrollara la obra, por eso invitemos a Dios para nuestras luchas, angustias, y, desiertos, el pueblo de Israel pudo haber tenido una jornada bien corta en el desierto, pero por falta de fe, obediencia, y, relación con Dios, ellos vagaron por 40 años, la vida puede dejarnos con miedo, a veces tristes, eso es normal, pero no desesperados como dice Pablo, el desespero no puede habitar en el corazón de los hijos de Dios, cuanto más tiempo con Dios menos desanimo, menos desesperanza. El apóstol nos sigue animando, en Filipenses 4:6-7, a no preocuparnos por nada, sino que estemos constantes en la oración, y, por la súplica, con acciones de gracia, debemos presentar nuestros pedidos a Dios,  y la promesa es que la paz de Dios que excede todo entendimiento, guardara nuestro corazón y vida, Dios es mayor que todo, y, sin duda va a ayudarnos.

 

 

 

 

 

 

OREMOS

 

Querido Padre, que maravilloso es poder tener certeza de tu compañía en todo tiempo, gracias por estar con nosotros, cuídanos y protégenos, ayúdanos para continuar cumpliendo tu voluntad. Te pedimos en nombre de Jesucristo.

Amen

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