Mateo 6:24 ¨ Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.¨
Amados, agradezcamos a Dios por este momento, el Señor es la razón de nuestro existir, todo lo que hemos buscado, en él lo hemos encontramos, porque él es dueño de todo, él ha estado siempre presente a nuestro lado, y, en su amor fuertes somos, más que gigantes. En este sentido, caminemos cada día en su verdad, y, compartamos este material para contribuir con el prójimo.
El texto del versículo de hoy, es bastante conocido, sobre todo cuando se predica sobre la batalla existente entre el bien y el mal, específicamente, entre el correcto obrar, y, la estadía en el pecado, si una persona elije vivir en pecado, automáticamente, está rechazando el correcto obrar, y, alejándose en consecuencia de Dios. El este verso bíblico, Jesús está comparando el apego a las riquezas, a las cosas materiales, al materialismo, Jesús está considerando aquí al materialismo como un señor que esclaviza, un señor exigente que nunca se satisface, y Cristo dice que no es posible servir a Dios, y, a las riquezas, al materialismo, no podemos servir a Dios haciendo de las cosas materiales nuestra prioridad, porque en realidad, aquello que nos es prioritario siempre es lo que nos resulta más importante, hoy en este texto, nuestro Salvador Jesús, nos está llamando a priorizar el reino de Dios, sabiendo que no hay problema en ser rico, y, poseer cosas materiales, porque ser rico puede ser solución para muchos problemas, veamos que luego de la crucifixión, quien pidió el cuerpo de Cristo para sepultarlo, y, embalsamarlo, fue José de Arimatea, un personaje adinerado, que por amor coloco verdaderamente sus bienes, para dar una correcta sepultura a Jesús. Aquí podemos ver que, tener dinero es útil porque resuelve muchas cosas, pero la prioridad debe ser siempre nuestro Dios. Si tenemos dinero, y, parte de él, lo colocamos en la obra de Dios, estamos haciendo algo correcto, sin embargo, precisamos tener en cuenta que: ¨La prioridad en nuestras vidas, debe ser alabar a Dios. Producir frutos, es parte de la alabanza, pero no nos obsesionemos con las cosas materiales, mejor empleemos parte de ellas para alabar a Dios¨. Avancemos en la caminata cristiana de manera indetenible, eso agrada a Dios.
OREMOS:
Padre amado, gracias por este mensaje que nos traes hoy, queremos que nos fortalezcas, y, nos protejas, para continuar de manera indetenibles por el camino de la salvación, produciendo los frutos necesarios para alabarte, y, agradarte cada vez más. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.
Amen.