2 Corintios 7:10 ¨Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, a partir de ciertas verdades podemos llegar a conclusiones logicas respecto a los sentimientos que dirigen nuestro actuar, ciertamente algunos puntos flacos desconsiderados al inicio de las actividades suelen causar algún pesar, despertando tristezas que pueden inspirar al cambio o a la destrucción, dependiendo del punto de vista con que sean manejadas. Nuestro Dios quiere que tengamos una perspectiva optimista, y ante esta situación nos expone dos clases de tristezas, la que es contractiva que proviene de él, la cual nos inspira a mejorar nuestro actuar y por otro lado la tristeza destructiva que genera remordimientos y deseos insanos la cual proviene del mundo. Ahora bien, considerando la premisa, se trata de una sola tristeza y de dos puntos de vista, donde en ambos casos el sentimiento se asume, la diferencia es que cuando se acepta estando bajo los mandatos de Dios produce arrepentimiento, pero cuando de asume conforme a las cuestiones del mundo, esta tristeza nos daña hasta destruirnos completamente. Entonces sigamos el mandato de Dios, el cual nos permitirá permanecer calmados ante el resultado adverso, mejorar nuestra conducta y convertirnos en merecedores de las dadivas de salvación eterna.
OREMOS:
Padre Omnipotente, esperamos recibir tu favor en este Día, en el cual continuamos actuando en función a tu palabra, aunque existan elementos que busquen distraernos, permítenos liberarnos de ellos y abrazarnos a la conducta que deseas que tengamos para mejorar. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen. 
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
¿Tiene algún comentario final sobre la lectura?