132. La seguridad en dios.

Salmos 63:9 ¨ Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra.¨

 

La paz de Dios sea con todos. Que la paz de Dios, que excede todo entendimiento humano ocupe nuestros corazones y nuestra mente, que podamos avanzar en la vida conociendo que Dios nos ama, y que envió a los ángeles para guardarnos y protegernos. Sigamos prosperando en el camino a la salvación.

 

 

No existe nada mejor en este mundo que sentirnos seguros, sea en el área de la salud, en el área financiera y otras más, todos queremos seguridad, sobre todo contra las personas malas, y es por eso que luchamos todos los días, trabajamos, con la finalidad de tener las cosas que necesitamos, para sentir la seguridad deseada, todavía tenemos acceso a algo que es capaz de protegernos de todo mal, y lo mejor de todo es que es gratis, la verdad, la seguridad es completa porque alcanza todas las áreas de nuestras vidas, estamos hablando de la seguridad divina, en el versículo de hoy vemos que David demostrando una confianza muy sólida en Dios, el triunfa sobre la duda, encontramos a un David que aunque hubiese escapado de dificultades, y otras situaciones, el encontró paz y prosperidad, David expresa lo que sentía en un periodo crucial de su vida, cuando el creía estar en peligro, el declara su convicción de que los enemigos, que estaban buscando destruir su vida, serian exterminados en algún momento, Dios los destruiría y sus propios cuerpos serian dejados sin sepultura, su respuesta a los inquietantes desafíos de la vida, era la confianza en Dios, todo ese poder que David poseía, toda esa fuerza y disposición venia del Señor, y todo eso esta prometido para nosotros hoy, si por la fe nos apegamos al Señor como David lo hizo, lograremos alcanzar ese control como David, que antes de llegar a la seguridad plena él paso momentos de incertidumbre, quizá hoy estemos viviendo momentos de incerteza, pero no demos oportunidad a la duda, confiemos en el Señor y él nos dará la victoria en todos los casis, y vamos a encontrar en él la victoria, y la seguridad que requerimos.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre adorado, venimos a ti alegres y de buen ánimo, para agradecerte por tus promesas y por la compañía que siempre nos haces sentir, protégenos y guárdanos, queremos confiar plenamente en ti. Colabora con nosotros. Así pedimos en nombre de Jesucristo.

 

Amén

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