Lucas 7:44 ¨ Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. ¨
Felicitaciones a todos por tener buen gusto y agradarse en las buenas promesas de Dios, cabe resaltar que estas serán cumplidas con toda seguridad, solo precisamos obedecer a la voluntad de Dios, además de alabar mucho, alabar en la mañana, tarde y noche, alabar en todo momento. La bendición llegará. Compartamos este material con nuestro prójimo.
Durante la fiesta la mujer presentó in comportamiento considerado inapropiado, que se convirtió en más vergonzoso, después de la situación de adulterio, pero Jesús no hacía nada para desanimarla, la mujer no se conseguía controlar, su inhibición había desaparecido, caída a los pies de Jesús ventilaba sus emociones, muchos frascos de lágrimas de su pasado lloró, y lloró sin parar y secaba los pies de Jesús con sus cabellos, en la concepción de la época ella usaba la parte más noble del cuerpo para honrar la parte menos noble del cuerpo de Jesús, el problema es que soltarse el cabello en público era una deshonra, una cosa típica de mujeres pecadoras, viendo el gesto dela mujer, Simón pensó así: si Jesús fuera un profeta o verdaderamente el Mesías, el conocería el carácter de las personas y no iba a querer nada con una mujer como esa, ya que él acepto el gesto de la mujer, el no sabe que ella es pecadora y por eso no puede ser el Mesías o el profeta. Pero sus premisas y conclusiones estaban equivocadas, la lógica de la gracia y del amor, es diferente a la lógica humana, Simón era pecador también, y él se creía mejor que los otros, él vivía separado de los pecadores, santidad para Simón era separación, pero él era tan pecador como la mujer o incluso más, la diferencia es que la mujer tenía conciencia, ella sabía que era pecadora y por lo tanto mostraba su arrepentimiento. No seamos como Simón buscando ocultar nuestros pecados, vamos a reconocerlo, a arrepentirnos, a confesar nuestros pecados y a asumir el compromiso de dejar de pecar, que esa decisión sea firme. Procedamos apegados a la voluntad de Dios.
OREMOS
Padre querido, llenos de gozo venimos a ti para agradecerte todas las cosas que haces por nosotros, siempre podemos aprender y adquirir por tu gracia, la sabiduría e inteligencia, necesarias para proceder mejor en la vida. Perdona nuestros pecados. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.