Juan 3:1-2 ¨ Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.¨ – ¨ Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, busquemos temprano de Dios, porque todas sus ofertas, enseñanzas, dadivas, pretenden mejorar nuestras vidas, invitándonos cada vez a perfeccionar nuestras conductas y agradarle de esta manera. Difundamos este mensaje a más lugares y personas.
Los fariseos eran una elite política y religiosa, de Israel en los días de Cristo, la palabra fariseo significa separado, los fariseos eran los separados, ellos se creían personas especiales, y uno de los fariseos dice la biblia llamado Nicodemo, que era uno de los principales de los judíos, fue en la noche a hablar con Jesús, para indicarle que ellos conocían su procedencia por los actos que realizaba y el poder sobrenatural que poseía. No era común reunirse en la noche, como lo hizo Nicodemo con Jesús, porque las personas dormían temprano y despertaban temprano, en aquellos tiempos no existía la energía eléctrica que tenemos hoy, entonces las reuniones de noche no eran comunes y Juan indica que la reunión fue de noche, ciertamente algo planeado, algo intencional, realmente Nicodemo quería ver a Jesús, pero no quería ser visto con él, pudiéramos llamarlo el discípulo de la noche, aquel que quiere ver, pero que no quiere ser visto, hay muchas personas que viven la realidad de Nicodemo, y quizá nosotros estemos viviendo así, nosotros hemos sido encantados por el evangelio, pero tenemos recelo de que las personas perciban que somos cristianos, y que estamos comenzando a seguir ese camino, pero no nos avergoncemos en nombre de Jesús, no necesitamos ser el discípulos de la noche, no requerimos escondernos, no estamos haciendo nada malo, estamos haciendo cosas buenas, por ese motivo debemos expresar a viva voz, que seguimos a Cristo e invitar a las personas a seguirlo, haciéndoles predicas de evangelización, diciéndoles que Dios los Ama y que son especiales para Dios, pero lo más importante es brindarles buen ejemplo, para que ellos se inspiren a seguir a Jesús para llegar al Padre Celestial.
OREMOS:
Padre amado, gracias por estar con nosotros en todo momento, queremos agradarte con nuestras conductas, queremos proceder brindando un buen ejemplo que incentive al prójimo a seguir los caminos de Jesús, favorécenos para cumplir el objetivo. Apóyanos siempre. Estas son las peticiones que en nombre de Jesucristo te hacemos hoy.
Amén