Juan 1:15 ¨ Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. ¨
La paz de Dios sea con todos. Que placer tan hermoso es volver a reunirnos, para que con este acto nuestros días sean mejores, porque nos podemos disponer a la meditación en la palabra de Dios y ello nos va a motivar a mejorar nuestros procederes e irnos perfeccionando, cada vez. Practiquemos este lindo habito, porque sin duda trae grandes beneficios y nos permite andar enfocados en la caminata a la salvación. Recordemos también la enseñanza que nos dio Jesús referente a la importancia de acceder al conocimiento de la palabra de Dios desde temprano, esta explicación, se encuentra en el versículo, Mateo 6:33.
En este texto Juan reconoce que Jesús existía antes de él, y por eso tiene la primacía. Sabemos que Juan era primo de Jesús, y que nació por lo menos seis meses antes que Jesús, ¿Cómo Jesús podía existir antes de él?, eso lo podrían preguntar los discípulos de Juan Bautista, pero él con esas palabras estaba reconociendo la eternidad de Jesús, el propio Cristo defiende su eternidad al decir en Juan 8:58 ¨ Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.¨, Isaías 9:8 es un versículo que defiende la eternidad de Jesús, y expresa: ¨ Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.¨, así que Juan declara que Jesús tenia primacía sobre él, Juan mortifica su ¨YO¨, para reconocer la soberanía de Cristo, tal actitud era necesaria, porque Juan venía a preparar el camino para el Mesías. El llamado de Juan, como profeta tenía que ver con apuntar a Cristo como cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Y en Juan 1:29, se expresa: ¨ El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.¨. Por eso los discípulos de Juan requerían saber que su ministerio estaba llegando al fin, y que desde ese momento ellos deberían seguir a Jesús, y no más a Juan. Solamente un hombre consiente de la divinidad de Cristo y la divinidad de su misión, podría decir ¨Conviene que él crezca y que yo disminuya¨. O ¨Aquel que viene después de mí, es más poderoso que yo, del cual no soy digno de atarle las correas de las sandalias¨, Juan dijo también ¨Yo soy quien necesito ser bautizado por ti, y tu vienes a mi¨, tal actitud de humildad está a nuestra disposición, para que en este día reconozcamos a Jesús como aquel que tiene la primacía sobre nosotros, a él debemos nuestras vidas, todo lo que tenemos y somos, ese reconocimiento es necesario para sujetarnos a Dios, en nuestro ser, nuestros corazones y nuestros pensamientos, hoy es nuestro momento para reconocer la primacía de Jesús en nuestras vidas.
OREMOS:
Padre Celestial, otórganos este espíritu de humildad, como el que tenía Juan Bautista, y que podamos reconocer que todas las cosas son tuyas, que tienes la primacía y que estamos aquí para honrarte. Apóyanos siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén.