Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, andemos en la paz de Dios, siempre siendo constantes en el camino de la afinación diaria de nuestras conductas para que logremos cada vez ser más semejantes a Jesús, en todo sentido y podamos proyectar un ejemplo de conducta a seguir andando en los caminos de la salvación. Cosas buenas están por venir. Tengamos fe.
Muchas veces pasamos a dar valor a la vida después del sufrimiento, cuando las cosas que realmente nos importan se reducen a casi nada, cuando somos jóvenes normalmente tenemos un comportamiento inmaduro e insensible, a causa de la inexperiencia, no prestamos atención a los ojos que pueden suavizar los engranajes de la vida, no tenemos conciencia del valor de las relaciones, en fin, no percibimos las expresiones, ni las posibilidades de la vida, en cada detalle, hay personas que lamentablemente, pasan por la vida sin notar que ella consiste en la suma de percepciones, de pensamientos, palabras, actitudes y reacciones de cada momento. Muchas personas no aman como deberían, no regalan como deberían, no sonríen como desearían, con elecciones insensatas, comportamientos irresponsables, sentimientos fuertes y vocabulario rudo, muchas personas van destruyendo las pequeñas manifestaciones de la vida, que intentan florecer y cuando se dan cuenta la vida acabo. Allí es demasiado tarde, no podemos ser insensibles a la película de nuestra propia vida, observemos el significado de cada detalle, enriquezcamos cada interacción, requerimos aprender a amar a las personas que forman nuestro círculo emocional. No requerimos perder la familia, el vigor, el entusiasmo, la salud, la libertad, para comenzar a dar valor a las cosas buenas que poseemos, y por encima de todo recordemos que amar a Dios, es dar valor a la vida, felices son aquellos que tienen la vida centrada en Dios, por eso es que el sabio Salomón nos dice que nos recordemos de nuestro Creador, en los días de nuestra juventud, porque cuando temprano en la vida colocamos a Dios en primer lugar, entonces pasamos a tener una vida con significado, pero quien desprecia a Dios desde la juventud, vive sin rumbo, no sabe de dónde vino y hacia dónde va, es una vida vacía, sin sentido, por eso debemos recordarnos de nuestro creador en los días de nuestra juventud, facilitar a niños y jóvenes el conocimiento bíblico, invitémosle a colocar a Dios en primer lugar en sus vidas, para que tengan una feliz vida, en ese sentido, vale mucho la pena colocar a Dios en el centro de nuestras vidas desde temprano, para tener una vida bendecida.
OREMOS:
Querido Padre, ayúdanos a continuar avanzando en el camino a la salvación, a predicar tu mensaje, a evangelizar, fortalécenos para cumplir con tus ordenanzas, queremos agradarte. Apóyanos siempre. Pedidos que hacemos en nombre de Jesús.
Amen