Marcos 1:13 ¨ Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. ¨
La paz del Señor sea con ustedes. Usemos este don para continuar perfeccionando nuestras conductas, y prepararnos para la segunda venida de Cristo, que ya se aproxima. Precisamos aprovechar estos momentos de reflexión bíblica para convertirnos cada vez más en siervos agradables para nuestro Dios. Con certeza recibiremos sus dadivas en el tiempo determinado por nuestro Padre Celestial. Nuestro verso clave en este proyecto, contempla la enseñanza de Jesús, contenida en el versículo: Mateo 6:33
¨Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.¨
Después del bautismo de Jesús aconteció lo indicado en este texto. Muchas veces pensamos que cuando elegimos seguir a Jesús nuestra vida será sin problemas, un verdadero mar de rosas, algunos piensan que ser cristiano es estar exento de cualquier tipo de luchas, pero esto se aleja de la realidad, porque es falso. En el texto bíblico objeto de esta meditación, leemos que el propio Jesús tuvo que pasar por un desierto, (en el argot cristiano, desierto representa un cumulo de adversidades), ¿Por qué nosotros no pasaríamos por un desierto también?. Después del bautismo, Jesús fue conducido por el Espíritu Santo para el desierto, y allí fue tentado por Satanás, en una gran prueba de la genuinidad de ese bautismo y la obediencia que Jesús tenía al cumplimiento de la voluntad de Dios, así por cuarenta días sufrió las más fuertes tentaciones del Diablo, y el Diablo hizo de todo para separarlo del Padre Celestial, pero no tuvo éxito en los intentos, por eso Jesús venció en el desierto y hoy quiere ayudarnos a ser victoriosos. Todos somos llamados a enfrentar luchas y pruebas, pero tenemos en esta hora la compañía de Jesús, él nos dota de las cualidades necesarias para superar estas adversidades, primeramente nos dejó la ¨PAZ DE DIOS¨, esa es la principal herramienta que complementa al ¨AMOR¨, para superar los obstáculos. Aquel Jesús que venció en el desierto, aquel Jesús que venció a la muerte y al pecado, luego del calvario, ese es el Jesús que está con nosotros, apoyándonos, instruyéndonos, dotándonos de herramientas para superar los obstáculos, proveyéndonos de recursos para ser victoriosos siempre. Valoremos su obra, consideremos la invitación y aceptémosla. Cosas buenas están por venir, las bendiciones se materializarán, solo basta confiar y obrar conforme a la voluntad de Dios.
OREMOS:
Padre Celestial, gracias por la enseñanza que nos muestras mediante el obrar de Jesús, quien supero muchas tentaciones para mostrar obediencia al mandato divino, ayúdanos a ser también vencedores y superar cualquier obstáculo, haciendo uso de las herramientas que nos has otorgado. Apóyanos siempre. Colabora con nosotros. Son las peticiones que en nombre de Jesucristo, hacemos hoy.
Amen.