1 Timoteo 6:12 “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, tengamos autocontrol, muchas cosas pueden acontecer con nosotros a lo largo de la vida, porque estamos en una constante batalla entre en bien y el mal, muchas veces el enemigo colocara trampas, pero por la gracia de Dios podremos superarlas. Lo interesante es mantenerse firmes en la fe. Practicar actos que vayan en conformidad a la voluntad de Dios. Nuestro Dios nos ha concedido victoria, tomemos pose de esta dadiva y compartamos la palabra de Dios con nuestro prójimo.
Es interesante pensar que después del pecado Dios puso en práctica un interesante plan de redención, y restauración para nosotros los seres humanos, la victoria sobre el pecado sería una acción conjunta de Dios, y cada uno de nosotros, Dios pagaría la penalidad del pecado, el moriría en nuestro lugar, y el hombre tenía que escoger absorber la línea de Dios, y nosotros admitimos la soberanía de Dios en nuestras vidas cuando crucificamos nuestro propio ¨YO¨, es decir, cuando dejamos de vivir conforme a nuestra voluntad, para vivir conforme a la voluntad del Señor, solo podremos poseer la vida eterna si conseguimos vencer el combate de la fe, y esa lucha de la naturaleza espiritual contra la naturaleza carnal, es el verdadero combate de la fe, por eso es que precisamos autocontrolar esos deseos y pasiones que nos inducen al pecado. Dios por medio de la muerte de Cristo, hizo un llamado y una invitación para todos nosotros, para ir a la vida eterna, en esa batalla requerimos de la fe, la gracia y el poder, para sobreponernos a la naturaleza carnal, e inferior. En esa lucha el apóstol nos dice: ¨No se dejen vencer con el mal, pero si venzan al mal con el bien¨. El combate de la fe es una respuesta nuestra al llamado de Dios, y junto con eso viene la confesión y así el Espíritu Santo, domina nuestro ser. La invitación aquí es tremenda, vamos a combatir el combate de la fe y confesemos nuestros pecados. Aceptemos el llamado de Dios y tomemos pose de la vida eterna. Vamos a seguir avanzando, la lucha es fuerte, pero mas fuerte es Dios, y él está con nosotros.
OREMOS:
Padre amado, gracias por permitirnos saber que siempre estas con nosotros, que aunque difícil parezca la batalla tu nos darás el apoyo requerido para vencer, fortalécenos en esta batalla de la fe, gracias por todo. Pedimos tu ayuda, en nombre de Jesucristo.
Amen.