Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, somos afortunados cada día por poder reunirnos a estudiar la palabra de Dios, porque somos amados por Dios de manera incalculable, y existen mil motivos más para sentirnos afortunados. Tengamos ánimo y alegría, lo mejor está por venir. Imaginemos un segundo a Dios diciéndonos: ¨He hecho tanto por ti, ¿Qué vas a hacer por mí?¨. Ahora, evangelicemos con el clic de compartir este material, por todo lugar.
Después de cuarenta años peregrinando por el desierto, Israel llego a la frontera de la tierra prometida, y allí Dios dio ese consejo que era la fórmula del éxito para vivir en esa nueva tierra, Dios dijo: ¨Amen al Señor de todo corazón, con todas sus almas y fuerzas¨. El éxito de la vida dependía del amor a Dios sobre todas las cosas, es triste lo que la historia registra, que no siguiendo ese consejo, la nación termino en el cautiverio babilónico, hoy cuando nos acercamos pensando en un nuevo Israel, en el Israel espiritual de Dios en la actualidad, estamos aproximándonos a la frontera de la nueva tierra, la tierra prometida por Dios para nosotros, ese consejo del versículo parece apropiado para nosotros también, Jesús dijo que en los últimos días habría una crisis de amor, Jesús expreso que el amor se enfriaría porque se multiplicaría la inequidad, el amor se enfriaría en el corazón de casi todos. Al parecer en los tiempos de Jesús, esa predicción de que el amor se enfriaría, se hizo para estos tiempos que son considerados los tiempos del fin, tenemos que amar a Dios con todo el corazón y alma, eso es mucho más que hacer buenas obras, tiene que ver con el conocimiento de quien es Dios, y lo que él representa para nosotros, Dios es el creador, mantenedor, protector, en el nos movemos y existimos. No existe vida sin amor, porque así no amemos a Dios, el continua amándonos, pero en respuesta a todo ese amor precisamos amarle para encontrar la bendición, amemos a Dios de todo corazón y veremos que de esa manera podemos seguir progresando.
OREMOS:
Amado Padre Celestial, queremos demostrarte nuestro amor, obedecer tus mandatos de manera total, ser siervos agradables a ti y optar por la bendición. Así pedimos en nombre de Jesús.
Amen.