Mateo 9:9 “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, podemos estar en cualquier lugar haciendo esta lectura enriquecedora, podemos estar pasando cualquier situación, pero en medio de todo precisamos entender que Dios está con nosotros y nos llevara a la victoria, esa promesa esta garantizada si cumplimos fielmente con sus mandatos. Compartamos este material para llegar a más almas perdidas que requieren esperanza y conocer que existe el camino correcto, el camino de la salvación para que puedan transitarlo de la mano de nuestro Salvador Jesús, y llegar al Padre.
Había un discípulo que por su área de trabajo anterior, tenía una marca negativa, un estigma. Originalmente la palabra estigma, significa marca o cicatriz, y era una práctica común en Roma marcar con un objeto en la piel de un esclavo o criminal, así estigmatizarlo, hoy ese término puede referirse, a las marcas que colocamos en las personas por un error cometido, o simplemente por ser de determinado lugar, habitualmente estigma está asociado a algo negativo, ¿Alguna vez recibimos un estigma?, ¿Alguna vez estigmatizamos a alguien?, ¿Ya nos referimos a alguien recordando algo negativo?. Notemos que Mateo el discípulo de Jesús, cargaba un estigma social, nosotros no tenemos mucha información sobre el, pero la información más clara es que él era un publicano, ósea un recaudador de impuestos, nosotros normalmente lo identificamos como Mateo el publicano, un recolector de impuestos, que al igual que los demás recolectores de impuestos era despreciado por el público en general, porque ellos eran judíos que trabajaban en favor del imperio romano, muchos de ellos eran deshonestos con el gobierno y con su pueblo, ellos cobraban demás y falsificaban sus documentos, con el objetivo de tener beneficio personal y por esa razón eran rechazados, hasta odiados, por eso el estigma de un publicano era la deshonestidad, entonces cuando nosotros usamos la expresión conjunto, para referirnos a un grupo de personas, nosotros nos estamos hundiendo en el error, de la misma forma, cuando determinamos la definición de una persona por algo cometido, nosotros limitamos la expresión del poder transformador del evangelio, eso no es minimizar los errores, pero tampoco clasificar a una persona por un error cometido. Mateo siendo un publicano que recibió un estigma social negativo, él tenía un corazón deseoso de conocer al Dios verdadero y seguir sus mandatos para caminar hacia la salvación, por ese motivo cuando recibió el llamado de Jesús acepto inmediatamente, su transformación fue total, entonces no existen límites para el amor de Dios, cada persona es única y objetivo del amor de Dios, no definamos a una persona por aquellos errores que cometió en el pasado, es posible que alguno de nosotros cargue un estigma, eso nos entristece, quizá nos allá dañado el autoestima, pero el poder de Dios puede sanarnos en nuestro autoestima, no carguemos algo que no nos corresponde, no carguemos aquello que no somos, si en algún momento una persona cometió errores eso no puede esclavizarlo por toda la vida, no puede impedir el poder transformador del evangelio actuando, porque el poder del evangelio sanara. Abramos nuestros corazones a Dios, porque el Espíritu Santo es capaz de darnos una nueva vida, una oportunidad nueva, y una nueva perspectiva. Seguramente Dios va a bendecirnos, confiemos y actuemos según su voluntad.
OREMOS:
Padre querido, te alabamos porque eres maravilloso, porque nos fortaleces integralmente y sobre todo nuestro autoestima, para que tengamos salud mentad, para que podamos actuar según tu voluntad en todos los ámbitos de nuestras vidas. Apoya nuestras solicitudes. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.