Mateo 11:5-6 “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; “ – “y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que maravilla podernos reunir hoy alrededor de la palabra de Dios, para tener una mejor andanza en el camino a la salvación, considerando principalmente que las misericordias de Dios se renuevan cada día y con ellas la oportunidad de meditar nuevamente en la carta de amor, que nuestro Padre ha escrito para nosotros. Compartamos el mensaje, no solo para contribuir en la expansión del evangelio, sino para cumplir con el mandato de amor al prójimo.
Hay muchos días en que necesitamos de fuerza, de ayudar y otros momentos en que realmente requerimos de un milagro, y la buena noticia en este sentido es que el Señor Jesús es Especialista en hacer milagros, cierta vez Jesús fue cuestionado sobre si era realmente el Mesías, y Juan Bautista mando a sus discípulos a hacer esa pregunta a Jesús, ¨ ¿El Señor es realmente el Mesías a quien estábamos esperando?¨, entonces Jesús mando una respuesta a Juan, contenida en el verso que encabeza este material. Es claro que con esta respuesta Jesús hablo que él era el Mesías, que el tenia poder para hacer eso, por tanto debemos tener en cuenta que nuestro Señor Jesús continua siendo el mismo, y teniendo el mismo poder, ¿Nosotros tenemos alguna duda de que Jesús pueda realizar hoy el milagro en nuestras vidas?. El nos dice: ¨ Crean yo soy el Mesías y tengo el poder para realizar eso, yo tengo el poder para hacer el milagro que fuera necesario ¨, por eso necesitamos confiar, Dios no solo tiene el poder, el quiere hacernos el bien y el conoce la hora adecuada, para hacernos el bien, cuando Jesús pasaba por las ciudades, multitudes se reunían, trayendo personas enfermas para que él las pudiese curar, y cuando Jesús curaba a los enfermos decía ¨ Tu fe, te salvo ¨, la invitación hoy es la misma para que nosotros ejerzamos la fe en Cristo, ahora tengamos presente una cosa, la verdadera fe se evidencia no cuando nosotros recibimos respuestas inmediatas a nuestras peticiones, la verdadera fe se evidencia cuando no teniendo las respuestas igual continuamos confiando en Dios, esa es una verdadera fe madurada, es una fe centrada no en las respuestas de Dios pero si en Dios, el mayor milagro que Dios hace no es curar a una persona enferma, pero si transformar la vida de un ser humano, haciendo que el pecador se convierta en santo, el mayor milagro que Dios hace es convertir nuestros corazones, darnos una nueva naturaleza, es hacernos nuevas personas, confiemos en Dios, pidamos el milagro de una vida transformada.
OREMOS:
Padre querido, te alabamos por tu palabra y la certeza de que Cristo vive, queremos cumplir tu voluntad y ser mejores siervos cada vez. Es nuestro clamor hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.