Juan 9:2-3 “Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? “ – “Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, una vez más las misericordias de Dios se renuevan en nuestras vidas y con ellas la oportunidad de examinar la Biblia para extraer conocimiento que van a dar dirección en nuestro camino a la salvación, compartamos esta bendición con nuestro prójimo.
La Biblia dice que Jesús encontró a un hombre ciego de nacimiento, y sus discípulos lo interrogaron sobre el motivo por el cual aquel hombre había nacido ciego, ellos estaban curiosos por saber la opinión de Jesús, ¿esta ceguera seria culpa de él o culpa de sus padres?, ¿el habría heredado el mal procedimiento de los padres?, ¿Quién habría pecado para que aquella calamidad hubiera caído en la vida de ese hombre?, los discípulos hicieron aquella indagación pues se creía en aquella ocasión, que la enfermedad era un resultado de que una persona había pecado, nosotros entendemos que hay enfermedades que son resultado de malos procedimientos y malas elecciones que hacemos, pero una persona puede tener un enfisema pulmonar por fumar toda la vida, esa es la ley de la siembra y la recolección, la persona siembra y luego recoge, cada acción tiene una consecuencia, pero no toda enfermedad, es el resultado de errores que nosotros cometemos, o de errores que los padres cometieron, esa es una realidad y Cristo al responder la pregunta hecha por los discípulos, apunta otro motivo para las enfermedades, según Cristo aquella ceguera no era resultado de sus pecados, ni del ciego, ni de sus Padres, aquel que nació ciego había nacido para que en el se manifestase, la obra de Dios, el Dios soberano permitió que aquella criatura naciere ciega para que la cura fuere operada, y para que mediante aquella cura las personas creyeren, que Jesucristo era el hijo de Dios, todos tenemos nuestros pesares, nuestros sufrimientos, nuestras luchas, nuestros dolores, todos los tenemos por no entender a veces el origen del sufrimiento muchas veces reclamamos y cuestionamos a Dios, en ocasiones algunos atribuyen a Dios, como si fuera el originador del mal y el sufrimiento que recibimos, pero eso no es verdad, es bueno entender que no siempre vamos a encontrar todas las respuestas, para nuestros cuestionamientos, porque Dios no se sujeta a los mismos, por ahora sería muy saludable que guardaremos en el corazón la certeza de que muchas cosas que ocurren con nosotros y hasta enfermedades que sobre nosotros llegan, es para que en nosotros se manifiesten las obras de Dios, así como ocurrió en la vida de aquel ciego, ese tipo de fe vista debería ser suficiente para traernos calma, paz, quietud, en medio de dudas e incertezas, entonces podremos orar así: ¨ Dios manifiesta en nosotros, tu obra, revela por medio de nosotros tu amor¨, y después de orar de esta manera deberemos esperar por la respuesta del amor de Dios, sabiendo que el todo sabe a nuestro respecto, y tiene un plan genial para nosotros. Por eso a lo largo de este día, tengamos en mente que el Señor nos ama y tiene un plan para nuestras vidas.
OREMOS:
Padre querido, muchas gracias por el confortante mensaje de tu palabra en este día, que podamos depender de ti cada vez más. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.