Lucas 24:28 “Y llegaron á la aldea á donde iban: y él hizo como que iba más lejos. “ – “Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró pues á estarse con ellos. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, cualquiera de nosotros puede tener la compañía de Dios en nuestras casas, él está esperando solo la invitación, es bueno saber eso, y tener conocimiento de que Jesús no entra en lugar alguno sin antes ser invitado. Comencemos ahora, invitando a todos nuestros conocidos y al prójimo en general para conocer de este mensaje.
Seguramente ese también es nuestro deseo, recibir la compañía de Jesús como lo hicieron aquellos dos jóvenes, quienes invitaron a Jesús a pasar la noche en la casa, Jesús sabía lo que estaba ocurriendo pero el espero la invitación, ellos dijeron ¨Señor, ya es tarde, quédese en nuestra casa, danos la honra de tener su presencia¨ no importa quienes somos, no importa si estamos solos, no importa lo que acabamos de hacer, llamemos a Jesús para entrar en nuestra vida, para entrar en nuestra casa, y hacernos compañía, Jesús no va a negarse a nuestro pedido, por otro lado el no forzó la entrada, el espera la invitación, por más que el desea hacer morada el depende es de una invitación, lo que el mas quiere no es solo pasar un día en nuestra compañía, lo que él quiere el vivir con nosotros, además, ese siempre fue el deseo de Dios desde el jardín del Edén, cuando él nos creó, y cuando Jesús vuelva, con certeza, el viene para llevarnos a su casa y un día vamos a vivir juntos por toda la eternidad, el está preparando para nosotros un hogar allá en los cielos, un hogar de paz, seguridad, de amor, y eso es lo que nosotros más deseamos, si queremos que hoy Dios habite en nuestras casas hagamos el pedido que aquellos discípulos jóvenes hicieron, y así como ellos dijeron a Jesucristo, ¨Quédate con nosotros¨, nosotros hagamos el mismo pedido.
OREMOS:
Padre querido, nuestra oración hoy es la misma de aquellos discípulos que te pidieron para que te quedaras con ellos, nosotros también queremos que te quedes con nosotros y hagas morada. Contribuye con nosotros. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.