Marcos 1:12-13 “En seguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, “ – “y allí fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba entre las fieras, y los ángeles le servían. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es una alegría grande tener este momento placentero para oír la voz de Dios, mediante el estudio de su palabra, esta actividad contribuye a que mejoremos nuestra andanza en el camino de la salvación, por ese motivo requerimos compartirlo para hacerle bien a otras personas y así cumplir con el mandato de amor al prójimo.
Este texto tiene gran importancia porque muchas veces se piensa que la vida del Cristiano es color de rosas, que no existen ninguna clase de adversidades, pero en este pasaje que encabeza el texto vemos que Cristo paso también por un desierto, también vivió problemas y crisis, es verdad que en caso de Jesús se trató de un desierto literal, pero ese desierto también habla de las pruebas, tentaciones y dificultades que enfrento, entonces, si el propio Cristo paso por dificultades, ¿Por qué nosotros no pasaríamos?. Podemos estar pasando diversos desiertos, pero tengamos certeza de que en Jesús encontraremos a alguien que nos entiende, alguien que se compadece de nosotros, alguien quien ya vistió nuestros zapatos, que siente nuestro dolor, alguien con quien podemos conversar, quizá hoy estemos pasando por un momento donde estamos enfrentando problemas en la salud o en las finanzas, problemas familiares, emocionales o académicos, pueden ser diversas las naturalezas de nuestros problemas pero tengamos certeza que si vamos a Jesús, hablamos con él, le presentamos nuestras preocupaciones, y vamos a sentirnos mejor, porque él va a darnos la victoria, él va a llenar nuestros corazones de paz, así estemos caminando en medio del desierto, recordemos que Jesús nos entiende porque el paso por diversas circunstancias dolorosas en la tierra, por eso vamos a confiar en él por qué el estará a nuestro lado para ayudarnos.
OREMOS:
Padre querido, puede ser que hoy estemos pasando por desiertos, crisis, problemas adversidades, pero otórganos la capacidad para lidiar con ellos, pero queremos colocar nuestras vidas en tus manos, que nos dirijas a la bendición. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.