Juan 2:3 “Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es bueno sacar siempre un tiempo para compartir las reflexiones de la palabra bíblica, sobretodo porque ellas nos aportan consejos de valor para tenerlos en cuenta durante nuestro día a día, y si el conocimiento o alguna información nos beneficia, requerimos extenderla a otros para que también sean beneficiados y formemos así la cadena del bien.
Como podemos ver en este verso después de acabar el vino en esa fiesta de casamiento en Canaán de Galilea, Jesús transforma el agua en vino y resuelve un problema enorme para los novios, pero miremos lo interesante, ellos estaban en una fiesta de matrimonio y de repente el mesonero dice así: ¨ Se acabó el vino ¨, en aquellos días acabarse el vino en la cultura de ese tiempo implicaba al límite de la experiencia humana, casi todas las cosas parecen que dan erradas, y cuando todo parece que va a desmoronarse ¿Qué podemos hacer en situaciones así?, en ese caso en especial los responsables de la fiesta quizá tenían algunas salidas o alternativas, por ejemplo ellos podrían salir para comprar el vino, pedir un préstamo a algún conocido, pero la madre de Jesús escogió la mejor opción la cual fue llevar el problema hasta Jesús para que él lo resolviese, ¿Cuántas cosas podemos hacer para resolver nuestros problemas y luchas cotidianas?, requerimos aprender hoy con María una lección especial, no importa la dificultad, no importa el problema que estemos pasando en este momento, lo más importante de todo es que consigamos llevar ese problema hasta Cristo, nosotros podemos llevar nuestros corazones heridos a la presencia de Dios, nosotros podemos llevar a él, los vicios que cargamos, los traumas de la vida, nosotros debemos aprender con María a no quedarnos con el problema para nosotros, pero si llevar el problema hasta aquel que tiene el poder de resolverlo, y de resolver todos los problemas porque el tiene todas las alternativas, veamos bien que Jesucristo opero un milagro, el agarro agua y la convirtió en vino, para que los invitados continuaran disfrutando de la alegría de la fiesta de casamiento, es exactamente así que Jesucristo quiere hacer para todos nosotros, todas las veces que llevamos nuestros problemas a él, cuando le entregamos nuestras dificultades con fe, él va a tomar providencias para nuestra felicidad, quizá él no tome providencias tan rápido como fue en ese momento en la fiesta de matrimonio, pero con certeza si confiáramos en el en el momento indicado y adecuado el hará el milagro, si entregaremos a él nuestros problemas, nuestras necesidades, confiando de que él tiene el poder de resolver nuestras luchas, nuestros conflictos, en la hora adecuada él va a actuar para devolvernos la alegría que había sido perdida. ¿Qué es lo que necesitamos hoy presentar a Jesús?, requerimos llevar todo hacia él, confiar completamente en él, y si estamos pasando por alguna clase de problemas, coloquemos todo en las manos de el, porque él tiene el poder de resolver.
OREMOS:
Padre querido, queremos hoy una vez más colocar en tus manos nuestros problemas de cualquier índole, para que nos proveas la solución que aporte bendición a nuestras vidas, no desesperaremos pues sabemos que el tiempo lo eliges tu para darnos la respuesta, sin embargo, fortalécenos para prevalecer ante cualquier prueba, contribuye con nosotros para continuar haciendo tu voluntad. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.