Salmos 150:1 “Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, permitamos hoy que el Espíritu Santo pueda impresionarnos hoy, con las lecciones que el Espíritu Santo puede darnos mediante la palabra, y que este sea un día bendecido para nosotros. Continuando con esta serie especial de meditaciones en el libro de salmos, estudiaremos hoy el 150.
La palabra aleluya es muy importante, por esta razón ha sido acogida por todos los lenguajes en su vocabulario a nivel mundial, la palabra aleluya es una adjunción de dos términos hebraicos, la palabrea ALELLU que significa alabe, adore y el termino ia, una forma abreviada de yawe, el nombre de Dios, además la palabra Yawe es una palabra tan sagrada, que los judíos solo la decían en ocasiones especiales, por eso es que este salmo es una invitación ¨Aleluya, alaben a Dios en su santuario¨, la palabra aleluya es especial en la biblia, implica alabar a Dios, muchas personas piensan que la alabanza es solo aquel momento en que estamos en la iglesia, cantando, cuando una bella música es cantada, cuando oímos algo en el radio o cuando oímos cualquier música cristiana, alabar envuelve a la música, por eso el salmista invita a la orquesta a alabar a Dios con todos sus instrumentos, pero la verdadera alabanza es mucho mas que eso, la verdadera alabanza incluye algo que viene del corazón, de nada sirve cantar una linda música en la iglesia si no vivimos lo que cantamos, si no reconocemos la soberanía de Dios, por eso es que la verdadera alabanza es un estilo de vida, es vivir en gratitud y reconocimiento por lo que Dios hizo por nosotros, alabar comprende un acto de obediencia a su ley, alabar es imitar a Jesús hasta que seamos parecidos a él, alabar es reconocer que Dios es la fuente de toda bendición y alegría, alabar a Dios es comprender que el aire que respiramos son presentes que Dios nos dio, alabar a Dios es vivir en la certeza de que fuimos salvados por Jesús, por eso debemos tener esperanza de que Jesús vendrá, alabar a Dios es hablar a los demás sobre el plan de salvación que Dios tiene para nosotros, de la esperanza maravillosa, alabar a Dios es hacer el bien para los otros como Jesús lo hacía, es ofrecer un hombro amigo para quien lo requiere, para quien llora y carece de consuelo, es dar aquella atención al necesitado, alabar también es mantener constancia en el estudio y aplicación de la biblia, alabar es mirar hacia el cielo en los momentos difíciles y tener la certeza de que Dios nos salvará. En resumen, alabar es más que amar, es un estilo de vida. El salmista dice que alabar es mantener la mirada fija en Jesús, así cuando cantamos alabanzas mientras realizamos cualquier actividad, recordemos que Dios es el único ser digno de ser alabado. Aprovechemos este día para alabarle.
OREMOS:
Padre de querido, que esta alabanza este siempre en nuestros corazones, que podamos actuar con apego a tu palabra, que mejoremos cada vez más en el camino a la salvación. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen