Salmos 73:1-3 ¨ Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.¨ – ¨ En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.¨ – ¨ Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.¨
Amados, la paz del Señor sea con todos y seamos siempre bendecidos. Feliz día, hoy las bendiciones de Dios cubren nuestra familia y se van a manifestar de una manera maravillosa, solo basta que confiemos y realicemos la voluntad de Dios, el quiere que estemos animosos, pero calmados ante la adversidad y confiando en que su respuesta llegará en el momento indicado, donde todo va a mejorar en nuestras vidas.
Este salmo fue creado por Asaf, quien era un músico profesional y que tenia entre sus funciones la de crear salmos. Ahora, ¿Quién paso la experiencia de Asaf?, quien también observaba a las personas y consideraba la vida de personas impias, por lo que se cuestionaba sobre la bondad de Dios, ¿Cuántos ya no se han desviado de la fe por causa de eso?. En estos versos indicados encontramos un interesante conflicto, entre la bondad de Dios y la prosperidad de los perversos, y por ultimo la reacción de los siervos de Dios, para Asaf Dios era bueno con Israel que era su pueblo, los impíos de corazón y hasta con los perversos, hasta pudiendo permitir la prosperidad de ellos, Asaf cuenta en este salmo que su fe, ella casi de resbalo, osea se pervirtió, casado por la injusticia que tenia de los arrogantes y su prosperidad, nosotros podemos aprender con este salmo, una lección preciosa, si desviamos nuestros ojos de la bondad de Dios podemos perdernos también de los cuidados de la vida, nosotros no requeriríamos envidiar cosa alguna de nadie, sino tener el corazón en Dios cuando entendemos que Dios suple nuestras necesidades nuestro corazón se alegra, y la bondad de Dios es algo que no alcanza solamente a aquellos que son buenos y a los justos, sino a todos, el nuevo testamento afirma que Dios derrama lluvia sobre todos, sean buenos y malos. Recordemos colocar los ojos en la bondad de Dios y no en la prosperidad de los malos.
OREMOS:
Padre querido, gracias por dejarnos saber que eres bueno, ayúdanos a también ser buenos con las personas. Contribuye con nosotros. Son las peticiones el nombre de Jesucristo hacemos hoy. Amén
Amen.