Proverbios 4:16 ¨Porque no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.¨
Amados, la paz del Señor sea con todos y seamos siempre bendecidos. Qué bendición es poder mantenernos firmes en el camino de la salvación, haciendo crecer nuestro conocimiento bíblico y ayudando a otros a conocer más sobre Dios, convirtamos este estudio bíblico en un habito, en algo bueno que nos haga mejorar cada día.
La ciudad de Las Vegas en el estado de Nevada en los Estados Unidos, es una ciudad conocida por su vida agitada y lujosa, también por sus casinos y hoteles suntuosos, ella es conocida como la ciudad del pecado, esa fama se creó a partir de las actividades más comunes de la ciudad, juegos que causan vicios, borracheras y una vida sexual muy activa, las personas pierden sus bienes en las actividades que allí existen, dejando de disfrutar un dinero con la familia, queman todo en apuestas y otros vicios, Satanás usa su inteligencia para usar mecanismos que van convirtiendo a algunas personas en cada vez más dependientes de hacer cosas malas, no son personas que fallan por accidente, sino individuos que hacen el mal, saben que es malo y sienten placer en eso, el versículo de hoy habla de personas así, ellos planean el mal por la noche y en la mañana salen a ejecutarlo, ese es el alimento matinal, debido a toda su vivencia David conocía muchas personas que sentían placer ejecutando el mal, y llevar a otras personas a hacer lo mismo, la descripción que David le hizo a su hijo Salomón, es asustadora, el habla que el mal da a esos perversos, el sosiego necesario para dormir, mientras las personas de bien no duermen por haber hecho el mal a alguien, esas personas si no pueden perjudicar a alguien pierden el sueño, la maldad los sacia más que un buen plato de comida, la violencia los excita, más que la bebida alcohólica, el mal es un vicio, y cuanto menos contacto tengamos con él mejor será para nosotros, el versículo veinte de este capítulo concluye que debemos estar atentos a la palabra de sabiduría, e inclinar nuestros oídos a las enseñanzas, la invitación de la palabra es que andemos con Dios así como David hizo, de esa manera el reflejo de la santidad de Cristo estará en nosotros, la verdadera paz en nuestros corazones y dormiremos tranquilos.
OREMOS:
Padre de amor, ayudanos a querer hacer el bien y a librarnos del mal, que tu compañía yu presencia en nuestros corazones sea constante.. Contribuye siempre con nosotros. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesús.
Amen.