1 Reyes 8:39 “tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Hoy es un gran día para recordar que Dios nos ama y lo expresa cada mañana cuando despertamos y sus misericordias se renuevan, para corresponder a ese amor precisamos involucrarnos en la meditación continua de los asuntos bíblicos y la práctica de nuestro ministerio de evangelización, ya sea compartiendo en la predica del clic o realizando actividades que sirvan de ejemplo a otros para motivarlos a mantenerse en los caminos de salvación, conservemos la firmeza en los caminos de salvación pues cuando estamos en ellos, el enemigo con todas sus fuerzas jamás podrá derribarnos.
¿Hemos pensado en que si Satanás puede leer nuestra mente?. Hay indicios a lo largo de la biblia al respecto, podemos citar un ejemplo que fue el de a Jonás a quien Dios indico una orden y el personaje quiso huir pero realmente no lo consiguió del todo, también podemos citar el ejemplo de Judas quien por avaricia fue movido a recibir algunas monedas y entregar a Jesús para su crucifixión, siendo así el enemigo entiende por demás nuestros puntos débiles y los usa para destruirnos, para desviarnos de la voluntad de Dios, pero continuando con la idea central de este párrafo, hay muchos quienes se hacen la pregunta de la influencia del enemigo en nuestros pensamientos pero el pasaje bíblico de hoy nos trae una preciosa información, solo Dios es el verdadero conocedor de nuestras mentes y todo lo que pasa por nuestros corazones, el enemigo no puede acceder a nuestra mente pero podemos permitir que eso ocurra dejándonos caer en pecados o conductas irregulares, pero una cosa es cierto Satanás lee nuestro comportamiento vacilante, estudia nuestros movimientos y es allí que nos ataca de manera fuerte, pero no tengamos miedo de ese ente porque es un enemigo derrotado, y la linda promesa del verso de hoy es que así seamos vacilantes Dios nos oye, perdona, actúa, retribuye, no según nuestro merecimiento sino según su gran misericordia, puede ser que ahora mismo este leyendo este material alguien que tenga el corazón perturbado, esa persona debe conversar con Dios porque nuestro Padre Celestial quiere perdonarnos, restaurarnos y fortalecernos.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tu palabra en este día permite que nosotros podamos estar conscientes de tu gran amor hacia nosotros, que podamos retribuirlo haciendo tu voluntad, queremos ser siervos agradables a ti y merecedores de las dadivas que tienes reservadas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen