1 Corintios 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Es un placer estar formando parte de esta comunidad cristiana que va en aumento cada vez, resaltemos la importancia de compartir el material de este sitio web, porque así lograremos llevar a mas almas a los caminos del Señor e indudablemente cumplimos también con nuestro deber de amar al prójimo.
En general a todos nos gusta participar en alguna clase de juegos, en nuestra infancia existía un juego llamado Siga al Maestro, es posible que ya lo hayamos jugado alguna vez, el consiste de las siguientes reglas, el maestro es escogido por los participantes al primer momento, siendo que aquel que gana se convierte en el nuevo maestro, los jugadores deben seguir exactamente la acción que el maestro ordenes ejecutar, en otras palabras, gana quien sea el mejor imitador. En el texto de hoy tenemos una idea parecida, contodo la diferencia aquí es que no se trata de un juego, y si de la vida, de nuestro día a día, Pablo describe para los cristianos de aquella ciudad, que podrían imitar sus acciones por el hecho de que esas acciones imitaron las acciones de Cristo, ¿Sera que nosotros también podríamos hacer la misma afirmación hecha por Pablo en aquella ocasión?, ¿Sera que las personas al mirar hacia nuestras vidas pueden decir que somos un modelo digno de imitación?, ¿Estarían nuestras acciones siendo reflejo de la acciones de Cristo?, si no es así requerimos clamar al Señor para requerir misericordia, podemos orar y clamar para que nos ayude a comprender como podemos ser reflejos de él, ahora ¿Cómo podemos tornarnos un ejemplo siendo imitadores de Cristo?, podemos imitarlo siendo conocedores de la biblia, practicantes de los estatutos dispuestos en ella y realizar oraciones continuamente, son elementos fundamentales para quien quiere relacionarse a un nivel intimo con nuestro Dios.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos a relacionarnos a un nivel intimo contigo, permítenos seguir estrictamente tus estatutos e imitar a Cristo en todo momento, para convertirnos en siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen