Éxodo 14:13 ¨ Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Los cambios duraderos en la vida de la humanidad se producen cuando existe unión entre los individuos y la divinidad. Si contemplamos a Jesús obtendremos el poder necesario, que nos capacitara para vencer hábitos dañinos, por tanto, es recomendable por ejemplo dedicar una hora en la mañana al estudio de la Biblia y la oración. Sin sombra de dudas seremos fortalecidos si nos mantenemos en comunión con Dios, debido a que su deseo es que seamos prósperos y saludables, escrito está. Hasta existe una promesa que establece: Que ninguna enfermedad, vicio o adicción nos dominara, si obedecemos a los estatutos de Dios como acto de amor.
Puede ser que hayamos vivido o estemos viviendo una situación donde al parecer no hay salida, nos sentimos acorralados, entre la espada y la pared, quizá hayamos recurrido a miles de consejos, hasta hayamos perdido noches enteras de sueño a causa de la angustia, frustración y ansiedad. El pueblo de Israel vivió una situación parecida, hace mucho tiempo cuando salieron de Egipto, hubo un momento en que el ejército de Egipto estaba atrás de ellos, habían montañas de los dos lados del camino, un mar delante de ellos y pensaron que iban a morir en ese lugar desértico, aunque había allí un momento de pánico, desespero y murmuración, todo el pueblo estaba contra Moisés, consideraban que ese movimiento de viaje era erróneo, pero Moisés dio el mensaje de Dios, el cual está contenido en el pasaje bíblico que encabeza este material. Este hermoso mensaje también está vigente hoy día y es aplicable a nuestras vidas, quizá el problema o situación que estamos viviendo nunca más lo veremos, solo dejemos que Dios luche por nosotros, ya que, si con nuestras fuerzas luchamos, vamos a sufrir y lastimosamente nos desgastaremos estando destinados a ser derrotados. Entonces, permitamos que nuestro Dios pelee por nosotros para que la victoria sea garantizada, hagamos nuestra parte de estar calmados, en silencio, manteniendo obediencia a los mandatos del Padre, entreguemos nuestros problemas en las manos de quien puede encontrar la solución acertada y en el tiempo exacto. Descansemos, estemos calmados y veamos como Dios va a bendecirnos venciendo la batalla.
OREMOS:
Padre de Amor, lucha por nosotros, tu sabes vencer una guerra que para nosotros actualmente está perdida, jamás nos desampares, nos entregamos en tus manos, contribuye con nosotros. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.