Salmos 14:1 ¨ Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.¨
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Se hizo en los estados unidos una encuesta sobre las principales preguntas que se le harían a Dios, si se lo encontraran frente a frente, los resultados fueron mas o menos así: treinta y cuatro porciento preguntaría sobre ¿Cuál es mi propósito en la vida?, diecinueve porcientos desearían saber si ¿Existe vida luego de la muerte?, dieciséis porcientos preguntarían: ¿Por qué ocurren cosas malas?, siete por ciento preguntaría ¿existe vida extraterrestre en otros planetas? Y finalmente siete por ciento preguntaría ¿Cuánto tempo voy a vivir?.
Las escrituras curiosamente proveen respuestas para todas estas cuestiones, la dificultad es que en nuestra sociedad científicamente orientada las personas abandonan la única fuente confiable de información como es la biblia, muchos buscan respuestas en fuentes fallidas del conocimiento humano, lo mas curioso es que la mayoría de las personas aceptan teorías basadas principalmente en la creatividad humana sin algun basamento, pensemos en la ironia de nuestro precario conocimiento, en 1963 en Texas fue asesinado John Kennedy, el hecho ocurrio a la luz del dia, fue registrado por varias cámaras, canales de televisión y los ojos de miles de policías, sin embargo hasta hoy no se sabe realmente lo que ocurrio, además de tantas teorías hay aun los que piensan que Kennedy no murió, al final después de décadas los especialistas no saben que ocurrio realmente, es raro entonces como existe tanta complicidad científica cuando se trata de temas delicados como el origen del universo, por ejemplo los libros, las revista, documentales y otros parecen saber todos los pormenores, los especialistas enseñan a los estudiantes una teoría que parece un dogma, lo impresionante es que muchos no tienen dudas de nada. Aprovechemos este dia para abrir la biblia y dejar que Dios responda todas nuestras preguntas.
Padre querido, colocamos nuestras vidas en tus manos para que nos coloques en un nivel adecuado de espiritualidad para que podamos cumplir estrictamente tu voluntad para ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.