Isaías 61:11 “ Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.”
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. De las cosas simples como el cultivo del suelo podemos aprender muchas lecciones espirituales, al cultivar el suelo el hombre debe notarlo como que si fuesen reflejadas en un espejo las obras de Dios en el alma humana, por eso el Apóstol Pablo dice que somos alabanzas divinas, la palabra de Dios cuando llega a nuestros corazones son como arboles u hojas de arboles de la vida, que los seres humanos deben comer para obtener vida espiritual, de manera que al alimentarnos de la palabra de Dios ella se convierte en vida eterna para nosotros, esta es una buena razón por la cual debemos compartir en todo lugar con nuestro prójimo la palabra de Dios, prediquemos en todo lugar.
Cristo dice que ¨Estas palabras son Espíritu y son vida¨ la restauradora y vital corriente de Cristo sana las heridas causadas por el pecado por eso es primordial el contacto diario con la Biblia, cuando el hombre cayó por causa del engaño que vivió Eva en el Edén, nuestro Dios comenzó a accionar para derrotar los planes de Satanás, por la desobediencia el hombre dio a el enemigo la facultad de lanzar en el corazón humano la semilla del mal, de manera que uso el corazón que al principio producía cosas buenas, comenzó a producir cosas horribles de manera que se obstaculizaba el crecimiento espiritual, por lo que se requería una gran lucha, es lo que el apóstol Pablo llama el buen combate de la fe, así debe ser nuestra lucha diaria para conservar nuestro corazón preparado para que la semilla de la palabra de Dios fructifique. Debemos reflexionar sobre el estado del suelo de nuestros corazones, los cuales deben estar preparados para recibir la semilla de la palabra de Dios, por tanto estos mensajes de la biblia que estamos cada día compartiendo, producen ciertamente frutos para la vida eterna, abramos nuestros corazones para que la influencia divina haga fructificar en nuestros corazones, las obras del Señor.
OREMOS:
Dios Amado, permite que podamos preparar el terreno de nuestros corazones para la recepción de tu semilla de bondad, que esta semilla genere frutos de bendición y que con ese ejemplo sea reflejada tu presencia en nuestras vidas y así podamos ganar almas a tus caminos. Autoriza a este ministerio para continuar llevando tu palabra a mas lugares y personas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen