Salmos 15:1 ¨Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?, ¿Quién morará en tu monte santo?¨
Que la Paz de Dios sea con todos, y que su gracia se extienda sobre nosotros, procuremos diseminar esta palabra, a todas las personas posibles, para que ellos sean beneficiados y también nosotros al conducir más almas a los caminos de Dios, ello es importante.
En las fiestas sagradas de Israel, caravanas de todos los lugares, se unían para alabar en el templo, y se ofrecían, sacrificios y acciones de gracias, era lindo ver al pueblo de Dios, cantando alabanzas, y andando unido a los levitas al entrar al templo, había cantos litúrgicos y el salmo 15, era uno de ellos, ese salmo retrata lo que es un verdadero israelita, y lo que él era digno de hacer, o debía hacer, para entrar al templo, este salmo se refiere a la santificación del creyente, a las cualidades que debía mostrar el individuo para tener el privilegio de entrar al lugar santo, este individuo debía ser un cristiano maduro, practicante de la integridad, justicia, y verdad en su corazón, que por eso vive conforme a los principios divinos que conoce, es aquel que busca vivir y hablar lo que es correcto, el verdadero creyente no perjudica con su lenguaje, no habla mal, no blasfema, ni acusa falsamente, el verdadero creyente ni aprueba, ni se asocia a quien es corrupto, violento, o deshonesto, pero honra a los que temen al Señor, ósea, se asocia y valora a aquellos que buscan hacer la voluntad de Dios, el busca rodearse de verdaderos adoradores, personas correctas y bondadosas, que lo ayuden en la caminata cristiana, el verdadero creyente, tiene ética financiera y no presta con altos intereses, como un usurero, para oprimir al necesitado, el presta para ayudar al necesitado y administra sus finanzas con honestidad, y no acepta sobornos, para el verdadero creyente, el dinero fácil no es bueno, tomemos en cuenta estos consejos y apliquémoslos a nuestras vidas, sin duda, si actuamos conforme a la voluntad de Dios seremos bendecidos.
OREMOS:
Padre Adorado, de gran utilidad son para nosotros tus dictámenes diarios, te agradecemos por eso, y continuamos dispuestos a seguir actuando como dispones, para ser siervos agradables a ti. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén