Éxodo 20:1-6 ¨ Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:¨-¨Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.¨-¨No tendrás dioses ajenos delante de mí.¨-¨No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.¨-¨No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,¨-¨ y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.¨
Padre, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, con nuestras prácticas veneramos a diversos Dioses, pero necesitamos tener exclusividad para con nuestro padre, ya que con las distracciones terminamos apartándonos de Dios verdadero. Según los versículos que se exponen, se indica que: nuestro Dios librero a su pueblo de la ley, para ubicarlo en la gracia, cuando Jesús mediante su sacrificio cumplió aquellas estipulaciones que estaban previstas, sin embargo dejo los cimientos dentro de los cuales debe fundamentarse nuestra relación con el padre, por esta razón debemos someternos a tales mandatos para que se cumpla el propósito de agradar al Todopoderoso con el testimonio de nuestra vida, manteniendo exclusiva obediencia a sus regulaciones. En este sentido, dejaremos de rendirle culto a imágenes o cualquier tipo de deidades, solo mostrando especial cuidado a la conducta fijada por el creador en sus mandatos, los cuales al ser cumplidos apegadamente, pues constituyen una muestra de amor y acercamiento a los caminos de Dios, así lograremos despertar la misericordia del Todopoderoso, demostrando nuestra cualidad de hijos y acreedores de la salvación eterna.
OREMOS:
Bendito seas Señor, creemos en la promesa según establece tu palabra, estamos persiguiendo una vida de salvación dentro tus caminos, líbranos del mal que causa la enseñanza errada, permite que jamás nos alejemos de tus caminos y nuestras obras sean agradables a ti en todo momento. Escucha nuestras suplicas y concédelas en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
¿Tiene algún comentario final sobre la lectura?
