27 de Septiembre: El Amor.

1 Juan 4:7 ¨ Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. ¨

 

Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Cada día en que llenamos nuestras almas del conocimiento bíblico, nos vamos convirtiendo en personas semejantes a Jesús, nuestro carácter se va modificando y tornándose mas fuerte para sobreponerse a las adversidades. Requerimos compartir por todos los medios el mensaje, debido a que ello ayuda a muchas personas, muchos han estado pasando por adversidades pero al conocer ña palabra de Dios, obtienen una visión renovada que capacita para superar todos los obstáculos.

 

Comenzamos el dia con una orden divina dispuesta por Dios, utilizando a Juan, invitándonos a amarnos unos a los otros porque Dios es amor, en esa línea debemos pararnos a pensar en el amor y darnos cuenta de la cantidad de músicas, películas, poemas, entre otros materiales relacionados a este tema existen actualmente, trayendo esta temática como centro, y una cosa no podemos negar y es que el amor, es una de las palabras de la cual es difícil encontrar un significado simple y objetivo, esto porque en las diversas lenguas y textos se presenta de forma variada, una pregunta que debemos hacer es la siguiente: ¿Por qué debemos amar?. La respuesta está contemplada en este versículo, indicando los motivos esenciales. Primero el amor, procede de Dios, eso quiere decir que él es la fuente y es en el que debemos buscar, pues amar es evidencia de que somos hijos de Dios, el ser humano fue creado para ser a la imagen y semejanza de Dios. También amar es estar familiarizado con Dios, generando así intimidad para ser transformados a su imagen y semejanza, entendamos en este sentido que amar y gustar son cosas diferentes, gustar es tener afinidad, pero amar es un mandamiento divino, gustar es condicional mientras amar es incondicional, debemos amar no porque recibimos algo a cambio, o porque la persona lo merezca, sino porque es un mandamiento divino, no estamos obligados a gustar de todas las personas pero si pudiéramos ser considerados, verdaderos hijos de Dios, debemos amar a todos indistintamente y con toda certeza será mucho más fácil amarnos hasta gustarnos, pero eso no siempre será posible, entonces hoy más que nunca requerimos pedir a Dios, que nos enseñe a amar, de la misma forma en que somos amados por el.

 

Padre querido, coloca tu amor en nuestros corazones para que podamos amar al prójimo de manera indistinta, enséñanos a saber que el amor es el único que puede despertar el deseo de mejorar y progresar, ayudándonos en nuestra caminata cristiana. Contribuye con nosotros. Son peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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