Génesis 7:6 “Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. ¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, nuestro Padre Celestial, habla con todos nosotros por medio de la naturaleza, debido a que la naturaleza es una revelación de Dios, el Apóstol Pablo dice que los atributos invisibles de Dios, así como su eterno poder y divinidad, se reconocen por medio de las cosas que fueron creadas, y la naturaleza revela a un Dios que nos ama, ahora la biblia es otra forma que Dios escogió para revelarse, y todas las veces que abrimos este libro para estudiar nosotros aprendemos un poco más sobre quien es Dios, Noé fue un hombre justo, íntegro y que andaba en la presencia del Señor, vamos a confiar en Dios como Noé lo hacía, su historia es bien bonita, estamos hablando de un tiempo en que la humanidad estaba lejos de Dios, el mal crecía con fuerza, había violencia, opresión, había inmoralidad sexual, las personas estaban tan lejos de Dios, que llego a un punto en que Dios decidió que destruiría a toda aquella generación, y si Dios no actuaba de manera rápida quizá toda la humanidad podría ser contaminada y perderse.
Con cerca de 500 años Dios llamo a Noé para construir el arca, para la conclusión del proyecto de gran navío pasaría cierto tiempo, y durante aproximadamente 120 años Noé predico sobre la gracia de Dios, a cada martillazo él y su familia instaban al pueblo al arrepentimiento, muchos escucharon la predica de Noé y cambiaron sus vidas, pero fueron bastantes personas, incluso algunos que trabajaron en la construcción de la propia arca, quienes no dieron oídos a la predica y no se arrepintieron del pecado, es interesante destacar que el pecado no alteró de una vez el orden en el mundo, las leyes naturales y las estaciones eran fijas y mantenían su estabilidad desde la creación, hasta allí ningún tipo de lluvia había caído sobre la tierra, ni ningún rio se había desbordado, por eso era ilógico que ellos aceptasen un fenómeno catastrófico de esa magnitud, pero ellos no reconocieron que las manos de aquel que contenía las aguas, estaba actuando, mientras ellos vivían su vida en aquella falsa paz, y falsa seguridad, un día la puerta del arca se cerró, y dentro se encontraban los últimos miembros que sobrevivirían de la familia humana, afuera estaban todos los que se recusaron a oír la palabra de advertencia, entonces el diluvio cayo, no fue solo una lluvia pesada y larga, fue una lluvia tan intensa que duro 40 días, eso libero una enorme masa de agua que cayó desde el cielo, y salió también del suelo lanzando al aire una serie de rocas y lavas, la violencia fue tanta que a lo largo de 40 días, continentes fueron separados, las cordilleras y valles se formaron porque el clima se enfrió y todo ser vivo fue sepultado, por las aguas, pero Dios guardaba aquella frágil embarcación con la carga preciosa, la historia del diluvio se usó para hablarnos de los días del retorno de Jesús, esos días serán parecidos, y las señales están allí, además de la violencia, la opresión, las inmoralidades, la idolatría, que observamos en estos días donde la propia naturaleza nos dice que requerimos entrar en el barco, ósea no apegarnos a este mundo sino a Dios, hacer su voluntad, Pablo el Apóstol dice que nuestra sociedad no está en seguridad sino ante una repentina destrucción, que de sorpresa regresara Jesús, y que debemos apegarnos al cumplimiento de la voluntad de Dios.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tu palabra, ayúdanos a prepararnos bien para el día de tu regreso, queremos cumplir tu voluntad y ser merecedores de tus dadivas. Ayúdanos siempre. Para mejorar cada vez en nuestra caminada Cristiana, hacer tu voluntad y convertirnos en merecedores de tus dadivas de salvación para agradarte y glorificarte, es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.