Romanos 8:7-8 ¨ Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;¨-¨ y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, tenemos la seguridad de que Dios siempre esta con nosotros, que estudiar sus mandatos mediante el analisis de la escritura bíblica nos permite acercarnos a el y que sus orientaciones consiguen hacer diferencia en términos positivos en nuestras vidas, de allí que resulta útil además de nutrirnos del material enfocado en la palabra de Dios, también compartirlo con la predicación y el buen ejemplo de conducta en nuestro actuar cotidiano, de modo a que demostremos loa presencia del padre con nosotros. En los versículos de hoy, se hace referencia a que el individuo que anda en la carne, se encuentra en rebelión con Dios, pues los deseos inspirados por el mundo llevan al sujeto a despreciar el mandato del padre, esa puede ser la mentalidad que estén manejando muchas personas a quienes amamos, esas personas sinceras, lindas, queridas, que forman parte importante de nuestra vida pero que aun se encuentran sin atracción por las cosas espirituales, pero en las cuales el padre se encuentra trabajando en sus corazones, y cuando sea el momento oportuno ellas despertaran su vínculo intenso de espiritualidad con Dios, aceptando a Jesús como su salvador personal, quizá por alguna situación que se les presente en donde perciban la obra del padre, e inicien su camino hacia la salvación, siendo que nosotros mismos somos la muestra de que llevar a cabo el ejemplo de Jesús nos hace cambiar, mejorar constantemente, dispensar amor en grandes cantidades, por eso jamás desistamos de nuestros familiares y seres queridos, por más duros que sean de corazón, porque Dios nunca desistirá de nosotros, estando siempre para orientarnos y bendecirnos.
OREMOS:
Padre adorado, tu conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, ayúdanos a tener presente que siempre estas allí con nosotros para orientarnos y bendecirnos. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen