Mateo 7:28-29 ¨Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.¨
Amados, es bueno todos los días estudiar la palabra, eso nos permite acercarnos a Dios, pero además de estudiar la biblia, precisamos orar, para completar el sistema, y, poder contarle a Dios sobre las cosas que nos ocurren, hacerle saber sobre nuestro agradecimiento, o agradecerle por los favores concedidos, de ese modo podemos mejorar nuestra relación con el Padre Celestial. Compartamos este material, para bendecir a las personas, y, brindar un buen ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios.
Las palabras contenidas en el versículo que encabeza el texto, son parte de un comentario que Mateo hace, sobre la reacción de las personas que escucharon la predica de Jesús, el famoso ¨Sermón de la Montaña¨, el cual se registra en el evangelio de Mateo capítulos 5, 6, y, 7. Mateo termina de registrar el Sermón de Cristo, y, luego hace ese comentario personal, cuando Jesús acabo de proferir ese sermón, las multitudes estaban maravilladas con su doctrina, el pueblo estaba encantado con su enseñanza, y, Mateo dijo ¨Porque el las enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas¨, los escribas eran los pastores de Israel en la época, pero lamentablemente ellos no predicaban con autoridad, ellos tenían conocimiento suficiente de las escrituras, hasta allí era el Antiguo Testamento, ellos se sabían libros enteros de memoria del Antiguo Testamento, y ellos se expresaban bien, pero la razón por la cual ellos no predicaban con autoridad, era porque es un factor decisivo para todo predicador, la coherencia entre sus dichos, y, sus acciones, entre lo que predica, y lo que practica, ese era el problema de los escribas, ellos no vivían lo que predicaban, por eso ellos no tenían autoridad al predicar, si queremos tener autoridad al predicar, no basta con dominar el asunto, no basta expresarse con facilidad, las personas precisan percibir que hay verdad en nuestras palabras, porque vivimos lo que predicamos, o por lo menos nos esforzamos para vivir, las personas requieren saber que nuestras palabras son la verbalización de nuestros motivos, de nuestras intenciones, cuando oían a Jesús, ellos al mismo tiempo veían el sermón, es así porque la vida del predicador habla, para bien, o para mal, la vida del predicador estimula a sus oyentes a seguir la predica o los desestimula si el testimonio de él no es coherente con su prédica, Jesús predicaba con autoridad porque él vivía lo que predicaba, y predicaba sus vivencias. Dios nos ayude a ser semejantes a nuestro maestro.
OREMOS:
Padre amado, tu palabra dice que las multitudes se maravillaron al oír a Jesús, porque el predicaba con autoridad, ayúdanos, nosotros tus hijo débiles, pero que tenemos el privilegio de predicar tú palabra de alguna manera, condúcenos para que nuestros actos, sean coherentes, con nuestras predicas, y que podamos glorificarte siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.
Amen.