Juan 3:3 ¨Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.¨
Saludos y Dios nos bendiga, a todos. Somos importantes y especiales para Dios, busquémosle, pues ahora es el momento perfecto, cumplamos su voluntad y mantengámonos siempre en la paz de Dios, siendo ella una agradable entrada al camino de la salvación. Junto al Padre Celestial, todo es especial, continuemos siguiendo el sensacional ejemplo de Jesús, siendo obedientes a la voluntad de Dios. Desde temprano alabemos, comencemos a exaltar a Dios con nuestras conductas de Fe, nuestro Padre Celestial, merece ser agradado en todo momento, y él se complace al percibir que obedecemos su voluntad. Vamos a cumplir con Dios, compartamos con nuestro prójimo este material.
El milagro del nuevo nacimiento fue el punto principal de la conversación entre Jesús y Nicodemo, es una de las experiencias más bellas del evangelio salvador, en la vida de una persona, en Jesucristo, todo lo que es necesario para nuestra salvación, creamos eso, Jesús es la expresión más profunda del amor del Padre, del amor de Dios, por medio de Jesucristo en Padre justifica y perdona al pecador arrepentido, que por la fe en el Salvador, busca la reconciliación. Entonces, al ser justificado, reconciliado y justificado, el pecador nace de nuevo en el sentido de que está siendo hijo adoptado en el aspecto espiritual, de la familia de Dios, allá en la Cruz del Calvario, el cuerpo de Cristo, fue molido y su sangre, fluyo por la Cruz, alcanzando el suelo, empapando la tierra, para que nosotros tuviéremos un nuevo nacimiento, para llegar a ser nuevas criaturas, nuevas personas, en el nuevo nacimiento es Dios quien trabaja en nosotros, no podemos hacer absolutamente nada, de la misma forma en que un niño no tiene nada que hacer cuando otros nacen, nosotros simplemente hacemos nuestra participación y dejamos que Dios haga el resto, pues el milagro del nuevo nacimiento no se explica, solo se vive, para eso solo es necesario creer en el Señor Jesucristo, de todo corazón y vamos a recibirlo como Señor y salvador, si creemos en el poder renovador de la sangre de Jesús, por el nuevo nacimiento somos renovados en la mente y en el entendimiento, eso no ayuda a creer en una vida cristiana victoriosa, por eso todos nosotros necesitamos someternos a la acción renovadora de Espíritu Santo, creamos en Dios y en el Espíritu Santo, porque su poder regenerador puede transformarnos de agua para vino, en un proceso hermoso. Esas son las ofertas que un Dios de amor y poder, nos hace para que valoremos la necesidad que tenemos de cumplir con sus mandatos. Perfeccionemos nuestras conductas para obedecer a Dios.
OREMOS
Padre querido, permítenos glorificarte y alabarte con nuestros actos en la vida, queremos cumplir tus disposiciones y ser agradables a ti Apóyanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén